Pero la Unión Europea ya ha hecho saber este jueves que ve insuficientes los ajustes que anunció Berlusconi en una carta dirigida a los líderes europeos en la cumbre del Eurogrupo del 27 de octubre, y ha reclamado más reformas además de la aceleración de las medidas previstas con el fin de que Italia recupere la confianza de los mercados.
La carta -ha destacado el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en rueda de prensa- "guarda silencio sobre algunos temas importantes como la necesidad de redistribuir la carga fiscal desde el trabajo hacia el consumo y la propiedad inmobiliaria".
"No va bastante lejos en áreas clave como la competencia en el mercado y no propone nuevas reformas en áreas importantes como pensiones, donde se puede hacer más para evitar un incremento excesivo en la ya alta carga fiscal de los ciudadanos italianos", ha insistido.
Además, los compromisos contenidos en la carta de Berlusconi "a menudo no se especifican en suficiente detalle ni van acompañados de calendarios y planes de acción concretos, lo que supone que hay graves riesgos a la hora de aplicarlos".
Por ello, la Comisión ha enviado una nueva misiva al ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, con 39 preguntas para que concrete todas estas reformas. Espera una respuesta antes de que acabe la semana.