Van Rompuy ha anunciado que presentará un primer borrador con propuestas para reforzar la eurozona a la cumbre de líderes europeos que se celebrará a principios de diciembre. Su objetivo es que las medidas, que según ha dicho podrían requerir una reforma del Tratado, se aprueben de forma definitiva en marzo o junio de 2012.
Las propuestas tendrán una triple finalidad: reforzar la convergencia económica entre los países de la eurozona, mejorar la disciplina fiscal y fortalecer la unión económica.
Por lo que se refiere a la mejora de la disciplina fiscal, el presidente del Consejo Europeo ha explicado que se plantea si "debemos ir más allá en el automatismo de las sanciones previstas en los procedimientos de déficit excesivo" o "establecer en casos extremos nuevas sanciones como la suspensión de los derechos de votos, la suspensión de los fondos estructurales u otros pagos".
También sopesa "dar poder a una autoridad central para que intervenga en los procedimientos presupuestarios nacionales".
En cuanto al refuerzo de la unión económica, Van Rompuy estudia si es necesario una mayor armonización de los impuestos y de las políticas sociales en los países de la eurozona, así como una "mutualización limitada de la deuda pública", es decir, algún tipo de eurobonos. También ha pedido una mayor regulación del sector financiero.
En el mismo debate, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha anunciado que el próximo 23 de noviembre presentará las primeras propuestas para reforzar la vigilancia sobre los países con déficit excesivo y con opciones para poner en marcha eurobonos.
DEFENSA DE UNA EUROPA “A DOS VELOCIDADES”
El presidente del Consejo Europea, Herman Van Rompuy, consideró hoy que se ha "exagerado" el debate sobre la creación de una Europa a dos velocidades, y abogó por "desdramatizarlo" porque le interesa a toda la UE tener una eurozona mejor estructurada. "Ha habido mucho debate exagerado sobre esto y es hora de desdramatizarlo. Después de todo es perfectamente normal que aquellos que comparten una moneda común tomen decisiones en común", afirmó Van Rompuy en el pleno del Parlamento Europeo.
El presidente del Consejo Europeo recordó que el Tratado de Lisboa permite este tipo de coordinación entre los 17 países de la eurozona al incluir un capítulo con provisiones para los Estados miembros con el euro y otros artículos sobre los que solamente los miembros del euro pueden votar. "Por ello se trata de una parte perfectamente normal en nuestra organización institucional y de un método de trabajo específico", añadió.
La eurozona no es una "derogación" de la UE sino una parte de la UE, insistió, al tiempo que subrayó que "les interesa a los Estados miembros que no están en la eurozona que su estabilidad financiera esté organizada y asegurada". "Una eurozona mejor estructurada le interesa a todo el mundo, al tiempo que se asegura la coherencia entre los Veintisiete", dijo.
Van Rompuy reiteró su intención de organizar cumbres del euro "como norma" junto a las cumbres de los Veintisiete y, si es posible, siempre a continuación del Consejo Europeo, para que los miembros que no comparten la moneda común puedan expresar sus opiniones.
MAYOR ESFUERZO DE COOPERACIÓN
Tanto Barroso como Van Rompuy han defendido un mayor refuerzo de la cooperación económica entre los países de la eurozona ("entre los 17, ni más ni menos", ha resaltado el presidente del Consejo Europeo en referencia a los supuestos planes de París y Berlín de reducir el tamaño de la eurozona) y han pedido "desdramatizar" el debate sobre "una Europa a dos velocidades".
"Es perfectamente natural que los que comparten una moneda común tomen decisiones juntos", ha dicho Van Rompuy. Y ha confirmado su intención de convocar a partir de ahora cumbres del Eurogrupo después de cada reunión del Consejo Europeo.
"No debe haber ninguna división entre los actuales 17 Estados miembros (de la eurozona) por un lado y los otros 10 (países de la UE), la mayoría de los cuales tienen como vocación unirse al euro", ha insistido el presidente de la Comisión.