El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha afirmado que el Banco Central Europeo (BCE) no debe emitir moneda para ayudar a disminuir la crisis en la eurozona, ya que sólo provocaría un alivio a corto plazo y podría disparar la inflación y disipar las reformas. Westerwelle ha señalado en un artículo para 'Financial Times' que poner a las imprentas del BCE a trabajar podría, como mucho, provocar un alivio temporal, pero que sería un "error trascendental" a largo plazo.
"Terminaríamos con una moneda depreciada y una eurozona aún más desestabilizada. La independencia y el firme compromiso del BCE con la estabilidad de precios son de suprema importancia para la economía de Europa", ha apuntado.
En este sentido, ha subrayado la necesidad de proveer para el futuro y potenciar la unión monetaria hacia una unión de estabilización, lo que, a su juicio, sólo podría ser alcanzado a través de una buena gestión del presupuesto por parte de todos los Estados miembro.
Asimismo, ha agregado que si Europa desea cambiar las cosas de manera irreversible, los Estados miembro "no deben tener capacidad de evitar cumplir los tratados". "Para superar su debilidad, la eurozona necesita una mayor integración a través de una gobernanza económica mayor y reglas más firmes para el pacto de estabilidad. El desafío es conseguir esto sin dividir la UE", ha manifestado Westerwelle. "El cambio del tratado requerirá mucha voluntad política. Pero si no conseguimos mostrar el valor de hacerlo ahora, Europa permanecerá vulnerable a la crisis de manera permanente", ha apostillado