El abrazo entrañable en medio de aplausos entre Cayo Lara y Marcos Ana, poeta de 91 años y símbolo del antifranquismo, retrató anoche el mejor estado de ánimo de la izquierda del PSOE. Siempre perjudicada por la ley electoral, por primera vez en 15 años Izquierda Unida, mejora su resultado en unos comicios generales, y lo hace quintuplicando sus escaños (de dos a 11). “Aquí está, la izquierda de verdad”, coreó un feliz Lara junto a sus compañeros.
La sede de IU destilaba grandes dosis de euforia contenida. Sonrisas, y alguna que otra lágrima. “Hemos cubierto todos los objetivos”, sentenció el responsable de la campaña de IU, Ramón Luque. Con más de un millón y medio de votos -7%- la coalición aprovecha para erguir la cabeza y erigirse en portaestandarte de la izquierda en la nueva Cámara Baja.
Un PSOE más endeble que nunca, un buen saco de votos (600.000 más que en 2008) y, mejor todavía, una nueva hornada de diputados que permitirán a IU formar con creces grupo parlamentario multiplicarán las apariciones de esta formación, para la que la pasada década ha sido terrible en cuanto a resultados. “No podéis ni imaginar lo que se agradece de vez en cuando una alegría en casa del pobre”, bromeó el coordinador, en cuya solapa portaba una chapita verde contra los recortes en la educación pública.
25 diputados sin la Ley D´Hont
“Nos comprometemos solemnemente a no defraudar a aquellos que nos han votado por primera vez. Puede que nos equivoquemos, pero nunca mentiremos”, se implicó Lara. Y acto seguido, enumeró a los indignados, a los parados, a los sindicalistas, a los desahuciados a los defensores de lo público e incluso a los periodistas. A todos les dio las gracias.
El coordinador mostró una hoja con el número 11, y después otra con el 25. “Estos son los votos que nos roba la democracia”, bramó. Con todo, IU recupera diputados en circunscripciones emblemáticas: Málaga, Sevilla, Aragón (coaligado con la Chunta). Y Asturias, donde Gaspar Llamazares logró un sobresaliente 14%, lo que le permite seguir en el Parlamento, en tándem con Cayo Lara. La nueva IU se parece más a la de Julio Anguita que a la de los últimos años.
La lógica electoral dice que con el PP en el Gobierno los socialistas pueden mejorar, en detrimento de IU. Ahora bien, esta crisis es más incisiva que la de 1996, y si Rajoy falla, las tesis de Lara, Llamazares y compañía pueden salir fortalecidas. “No nos va a temblar el pulso”, avisó el de Argamasilla de Alba.
Entrada la noche, el jolgorio fue creciendo en la sede de la coalición. Lara, Meyer y otros dirigentes se fundieron con los militantes y entonaron la Internacional y otros cánticos republicanos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación