La labor del próximo Gobierno tendrá un claro tinte económico y estará íntimamente relacionada con los mercados. El incremento de la prima de riesgo española, que llegó a tocar los 500 puntos básicos la semana pasada, dificulta la financiación de las grandes empresas del país, que ven cómo se incrementa el coste de obtener liquidez de los mercados mediante emisiones de deuda corporativa.
Una más que posible nueva reforma laboral atacará directamente a uno de los problemas fundamentales de la economía española: las cifras del desempleo, que pasan por ser de las más elevadas de la Unión Europea.
Los expertos han incidido en que la recuperación del crecimiento económico pasa inevitablemente por la reactivación del mercado de trabajo, que también incidirá de forma positiva en el consumo interno.
Los empresarios han recalcado asimismo en numerosas ocasiones en la necesidad de una reforma fiscal que optimice los ingresos de las arcas públicas por estos capítulos.
El Gobierno que encabezará Mariano Rajoy deberá realizar múltiples esfuerzos por intentar reducir el déficit de España hasta el 3% en 2013, como exige Bruselas, para lo cual deberá llevar a cabo más recortes de los que hasta ahora han sido realizados por el Ejecutivo que ha encabezado hasta ahora José Luis Rodríguez Zapatero.
Precisamente, ése ha sido uno de los caballos de batalla de la campaña, que ahora tendrá que reflejarse en las medidas que vaya a tomar el nuevo Gobierno.
En cualquier caso, los expertos señalan que los mercados deberían valorar el hecho de que el Gobierno que tomará posesión antes de final de año tendrá las manos libres para actuar de manera firme para impulsar las necesarias reformas.
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