Este proyecto representa una enmienda a la actual ley de libelo del país, y permitiría no sólo una compensación proporcional por cualquier daño tangible causado por la publicación, si no también el pago de 300.000 shekels (53.573 euros), sin tener que presentar pruebas para demostrar dichos daños.
Los críticos a la enmienda consideran que esto dañará la libertad de expresión y a la prensa independiente. El proyecto ha sido aprobado con 42 votos a favor y 31 en contra, con el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, respaldando la propuesta, según ha informado el diario israelí 'Haaretz'.
Defendiendo el proyecto de ley ante miembros del Likud poco antes de la sesión parlamentaria, el 'premier' ha señalado que ha "dejado de lado leyes que podrían dañar la democracia, incluso cuando había una mayoría aplastante", en referencia a la ley que solicita audiencias públicas para los candidatos al Tribunal Supremo.
Asimismo, ha agregado que mientras sea primer ministro, "Israel seguirá siendo una democracia ejemplar y flexible". "Nadie nos va a dictar qué pensar, escribir, investigar o emitir. Pero la libertad de expresión debe ser garantizada para todos los sectores de la sociedad", ha apostillado.