Salé se ha comprometido en otras tres ocasiones a rubricar la propuesta de transición, aunque en todas ellas ha reculado en el último momento. Según el CCG, el presidente debería entregar el poder al vicepresidente, Abd Rabbu Mansour Hadi, que tendría que convocar elecciones en un plazo máximo de dos meses.
Ayer, fuentes opositoras y del gobernante Congreso General del Pueblo confirmaron que habían alcanzado un acuerdo para que el presidente yemení entregara el poder, algo que también confirmó el enviado de Naciones Unidas para Yemen, Jamal Benomar.
En virtud de este acuerdo, Salé mantendría el título de presidente tras ceder todos sus poderes a Hadi, que formaría un gobierno de unidad nacional con la oposición y convocaría elecciones presidenciales anticipadas en un plazo de tres meses.
Yemen es uno de los países árabes en los que la población lleva meses manifestándose en demanda de una apertura democrática. En su caso, a las protestas antigubernamentales hay que añadir la lucha contra Al Qaeda en las provincias del sur, factores que han aumentado la presión sobre el Gobierno.