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Normalmente, el día siguiente al puente de la Constitución marcaba el arranque comercial de las navidades. De ahí en adelante todo se volvía compras, decoración, luces. Este año no llega todavía el primero de diciembre y ya las tiendas adelantan la campaña de ventas para salvar lo que queda de 2011.
Algunos sectores se inventan efemérides –la pasada noche de las librerías, por ejemplo, o The Barcelona Shopping Night- y bajan los precios para incentivar el consumo, que crecerá en algunos sectores y se desplomará en otros, entre ellos, la restauración y la hostelería.
España es el cuarto país de Europa por detrás de Irlanda, Luxemburgo y Suiza en el gasto navideño. A pesar de eso, cada vez más, los españoles se lo piensan mejor antes de gastar su dinero. Menos salidas y más celebración en casa. Lo que el consumidor invertirá en regalos lo recortará en ocio y alimentación
De acuerdo con el informe de consumo navideño publicado por Deloitte, para estas fiestas se prevé un aumento del 3% en la compra de regalos, es decir, cada hogar español gastará de media 668 euros –el 60% del presupuesto- en regalos navideños frente a los 655 euros del año anterior y prodigarán en ocio y alimentación la mitad de lo que se gastaban en 2008.
Si el promedio de gasto en ocio y salidas, en 2008, rondaba los 186 euros , en 2011 no sobrepasará los 96. En los últimos tres años, la partida para alimentación bajó de 367 a 179 euros, 48% menos: es decir, se come menos en restaurantes y se compran víveres más baratos.
Justamente, la duración de la situación económica actual está provocando cambios estructurales en los hábitos de consumo. El cliente, cada año más exigente, pero con los recursos más limitados, prioriza sus gastos y los comerciantes se ven obligados a ampliar el repertorio de opciones.
Libros, ropa, dinero y viajes son, un año más, los regalos que quieren recibir los consumidores españoles. Sin embargo, se prevé que el regalo más comprado este año sean los perfumes y cosméticos.