El gobierno de Reino Unido ha presentado un ambicioso plan de inversión en infraestructuras para reactivar la economía británica, actualmente estancada. Estos planes, presentados ayer por George Osborne, ministro de Economía, contrastan con los estrictos programas de austeridad puestos en marcha desde mayo de 2010. El objetivo ahora es combinar la austeridad fiscal con nuevas políticas de impulso económico, y debería servir de guía al futuro gobierno de Rajoy.
Ajuste presupuestario
Cuando Cameron llegó al poder el 11 de mayo de 2010 la primera medida económica que implementó fue un duro ajuste presupuestario con el fin de ahorrar 100.000 millones de euros en cuatro años. Entre las iniciativas adoptadas se incluía una reducción de 500.000 empleos públicos. Sin embargo, la restricción presupuestaria, en un contexto de desaceleración del consumo privado y de la inversión fija, se ha traducido en un crecimiento económico próximo al 0%. Esta semana el ministro de economía George Osborne revisó a la baja el crecimiento económico de 2012 del 2,5% al 0,7%.
Plan de estímulo en infraestructuras
Con el fin de estimular el crecimiento económico George Osborne acaba de presentar un ambicioso programa de inversiones destinadas a modernizar las infraestructuras del Reino Unido –carreteras, red ferroviaria, inmuebles…-, por un valor superior a los 35.000 millones de euros, y a desarrollar en los próximos diez años.
Este plan de modernización de las infraestructuras se financiaría con dinero público y privado. La idea inicial del gobierno Cameron es persuadir a los inversores privados y extranjeros, especialmente a fondos soberanos de países emergentes, para que financien las dos terceras partes del plan, por un valor aproximado de 24.000 millones de euros.
El fondo soberano China Investment Corporation, que posee activos por un valor superior a los 400.000 millones de dólares, ya ha anunciado sus planes de participar en el plan de infraestructuras del Reino Unido. Ello contrasta con la reticencia de los fondos soberanos emergentes de participar en el fondo de estabilidad europeo.
Un aviso a Rajoy
Reino Unido y España son dos de los países más endeudados del mundo, con un volumen de deuda sobre PIB, especialmente privada, del 500% y 400% respectivamente. Quizás por ello en los últimos trimestres presentan un patrón de crecimiento económico similar con una expansión del PIB en términos interanuales inferior al 1%. Teniendo en cuenta que el crecimiento económico previo a la llegada de Cameron al poder se situaba en el 2,2% interanual, y ahora solamente en el 0,5%, las lecciones que puede extraer el nuevo gobierno de España son claras: cuidado con la implementación de fuertes ajustes presupuestarios.
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