De hecho, las acciones de Ferrovial acumulan una revalorización superior al 20% desde enero, impulsadas por la buena marcha del plan de venta de activos para reducir deuda, que ha sido acogida de forma optimista por los mercados.
En cambio, los analistas destacan que ACS se ha convertido en la compañía más apalancada del sector, en buena parte por su inversión en la eléctrica Iberdrola mientras que se ha quedado atascada en algunos de los procesos de venta que puso en marcha, como la de sus filiales de medio ambiente, Dragados SPL, Clece y Urbaser, de las que tan sólo ha conseguido colocar en el mercado la primera.
A finales de 2008, la capitalización bursátil de ACS se situaba en 10.950 millones de euros, un 262% por encima de la de Ferrovial. Ahora, tres años después, la diferencia se ha reducido hasta situarse en apenas un 10%. La clave está en la evolución de ambos títulos en bolsa. Mientras que el grupo constructor controlado por los March, los Albertos y el propio Florentino Pérez ha recortado un 32% su capitalización bursátil en este periodo, Ferrovial ha experimentado una espectacular revalorización del 122% que, en parte, se explica por la fusión con su filial de concesiones Cintra, que también estaba cotizada en los mercados.
No obstante, esta circunstancia tan sólo influye en parte, ya que a finales del pasado año, ya con ambas empresas integradas, el valor en bolsa de ACS multiplicaba por más de dos el de Ferrovial.
ACS cotiza actualmente en sus mínimos de más de seis años y ha pasado buena parte del año por debajo de la cota de los 10.000 euros de valor en bolsa. De hecho, ha pasado de ser un habitual en el top-ten del Ibex-35, a situarse en mitad de tabla, superado por empresas como la aseguradora Mapfre, que tradicionalmente se situaba a mucha distancia del grupo constructor.
Con las turbulencias de los mercados, las posiciones en el sector constructor comenzaron a moverse en la parte de abajo, donde FCC, Sacyr Vallehermoso y OHL se han intercambiado las posiciones en los últimos tiempos de forma habitual.
Sin embargo, ahora la pugna se ha trasladado a la parte de arriba. De esta forma, si la tendencia de los últimos meses no cambia, el mercado verá a ACS bajarse de un escalón del pódium que no le discutía nadie desde que a mediados de la pasada década Acciona compró la participación de Endesa para venderla posteriormente a la energética pública italiana Enel.
Sin duda, eran otros tiempos. Por entonces, ACS superaba los 14.300 millones de capitalización bursátil, casi el doble de la cifra que presenta en la actualidad. La crisis financiera y los problemas con el crédito le han sentado especialmente mal a Florentino Pérez, especialmente por la batalla por el control de Iberdrola.