"Los dirigentes del país deben admitir que tuvieron lugar numerosas falsificaciones y fraudes, y que los resultados no reflejan la voluntad de los electores", dijo Gorbachov a la agencia Interfax. "Considero que las actuales autoridades deben adoptar una sola decisión: anular los resultados de las elecciones y celebrar unas nuevas", añadió.
El exlíder soviético indicó que "con cada día que pasa son más los rusos que consideran que los resultados electorales no son limpios". "A mi modo de ver, el hacer caso omiso de la opinión pública mina el prestigio de la autoridad y desestabiliza la situación", dijo Gorbachov.
Las declaraciones del político cuyas reformas cambiaron el mundo en el último cuarto del siglo XX se producen después de dos jornadas de protestas populares en varias ciudades de Rusia, que se han saldado con más de un millar de detenidos. Los manifestantes denuncian que las elecciones fueron fraudulentas para favorecer a Rusia Unida (RU), el partido del primer ministro Vladímir Putin.
Según los datos oficiales, escrutado el 99,9 por ciento de los votos, RU obtuvo el 49,3 por ciento de las papeletas, lo que le supone 238 de los 450 escaños de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso.
Todos los sectores opositores han sido unánimes al denunciar graves irregularidades en los comicios del domingo. Guennadi Ziugánov, el líder del Partido Comunista, la segunda fuerza más votada, denunció que los resultados de los comicios fueron falsificados en favor del oficialismo. Según este dirigente opositor, el oficialismo se atribuyó hasta un 15% más de votos de los que obtuvo en las urnas.
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