La decisión de Moody's responde a un proceso de revisión iniciado el pasado mes de junio, señaló la agencia, que basa su decisión en las condiciones de financiación y en los indicadores macroeconómicos, con el deteriorado escenario de la zona euro de fondo.
Moody's señaló, además, que el riesgo de que el Estado tenga que apoyar a esos tres grandes bancos sigue siendo "muy elevado", ante una posible degradación de los activos de las entidades señaladas.
La rebaja de la nota a esos tres bancos se produce al día siguiente de que la Asociación de la Banca Europea (ABE) estableciese que esas tres entidades francesas más BPCE necesitan 7.300 millones de euros adicionales de fondos propios para satisfacer las nuevas exigencias de la Unión Europea (UE), alcanzando el ratio de Core Tier 1 del 9% acordado para las entidades sistémicas europeas.
La decisión de Moody's llega, además, después de que otra agencia de notación, Standard & Poor's, alertase de que el Estado francés podría tener que salir en apoyo del sector bancario galo si se acentúan los problemas de financiación.
En concreto, Moody's ha recortado la calificación a largo plazo de Credit Agricole y BNP Paribas hasta el nivel 'Aa3', todavía dentro de los niveles de calidad superior, mientras que en el caso de Société Générale la rebaja llevada a cabo por la agencia ha situado su nota en el nivel 'A1', pasando así de calidad superior a calidad buena. En todos los casos, el recorte ha sido de un escalón.
La rebaja de la calificación a estos tres 'pesos pesados' de la banca francesa pone fin al proceso de revisión de calificaciones que Moody's inició a mediados de junio. En concreto, BNP necesita ampliar capital por importe de 1.476 millones de euros, BPCE por valor de 3.717 millones de euros y Société Générale por importe de 2.131 millones de euros.
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