Los dueños de cuotas participativas de la CAM pedirán el lunes al Banco Sabadell una reunión para canjear sus títulos por acciones del banco, después de que la CNMV haya suspendido la cotización de esas cuotas a raíz de la absorción de la CAM por la entidad catalana. En esa operación, el Sabadell no se ha hecho cargo de las cuotas participativas (instrumentos financieros similares a las acciones pero sin derechos de voto) que --según admite el Sabadell-- "tal y como está diseñado el proceso, es de prever que no tengan valor económico significativo".
La Asociación de Impositores Valencianos de la CAM (AIVCAM) solicitará al Presidente del Sabadell, Josep Oliu, una reunión para tratar el canje de activos. “Estamos dispuestos a aceptar una rebaja en el valor” asegura Víctor Baeta, portavoz de AIVCAM, “pero no podemos aceptar que se bloqueen o liquiden los ahorros de los clientes de toda la vida de la CAM”.
Se trata de unos 50.000 inversores, aunque los afectados confían en alcanzar dos soluciones: una para los pequeños ahorradores y empleados, para los que se pide un canje con el menor descuento posible, y otra para los grandes fondos o instituciones que tomaron posiciones en las cuotas de la CAM como “apuestas financieras”, para los que se admite una mayor pérdida en el canje.
El Banco Sabadell todavía no ha recibido la petición de canje por parte de los impositores y, por tanto, la entidad no contempla todavía ninguna solución al problema. En una nota remitida al regulador del mercado, la entidad catalana asegura que "el proceso está sujeto a la aprobación de las autoridades regulatorias europeas y españolas, lo que condiciona y limita cualquier decisión que se pueda tomar sobre las mismas".
Los empleados de la CAM, doblemente perjudicados
Los empleados –pendientes todavía de conocer los planes de reestructuración y el número de despidos que planea el Sabadell—serán quienes más sufran la operación: pueden perder el empleo y, además, perder los ahorros que invirtieron en cuotas participativas. En el momento de su salida al mercado, el 21 de julio de 2008, se habían hecho con el 3,4% del total emitidas (por valor de 1,5 millones de euros según la última valoración antes de que fueran suspendidas de cotización por la CNMV).
La CAM fue la primera caja de ahorros en recurrir al sistema de cuotas participativas para financiarse. Tras escándalos como el de Forum y Afinsa, la CAM anunció esas cuotas como productos seguros sometidos –decía literalmente—a “estrictos controles y supervisados por el Banco de España (…) y por la CNMV, al igual que las sociedades que cotizan en bolsa”. En 2008 captó 292 millones de euros de liquidez repartidos –según la documentación oficial que la caja remitió entonces al regulador—entre ahorradores, empleados y otros inversores. El reparto se hizo así:
La Generalitat Valenciana pendiente de fecha
El asunto se ha trasladado ya a la Consellería de Economía de la Generalitat Valenciana. Según el portavoz de AIVCAM, los impositores están pendientes de tratar el asunto con el responsable de economía del gobierno valenciano a expensas de “la agenda del conseller”.
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