Griñán intentó ante ZP y Rubalcaba retrasar el anuncio del escudo antimisiles hasta después del 20-N
Para el presidente de la Junta de Andalucía, el anuncio de que la base de Rota (Cádiz) albergará el componente naval del escudo antimisiles de la OTAN, efectuado por Rodríguez Zapatero en Bruselas el pasado 5 de octubre, ha sido una pésima noticia. Con el PP copando el voto de centro-derecha en la región, la nueva ha supuesto un regalo para la Izquierda Unida andaluza que coloca al PSOE-A entre la espada y la pared. José Antonio Griñán trató por todos los medios de convencer al propio Zapatero y a Pérez Rubalcaba para que, si no hasta las autonómicas andaluzas, sí retrasaran al menos el anuncio hasta después del 20-N.
“Griñán ha presionado por tierra mar y aire tanto a Zapatero, primero, como a Rubalcaba, después, para que el anuncio de Rota se aplazara hasta después de las generales del 20 de noviembre”, asegura una fuente muy cercana a la Junta andaluza, “convencido de que ese tema le enajena cualquier voto a la izquierda del PSOE, que ya se encargará IU de recordárselo a lo largo de la campaña. En realidad Griñán piensa que esta es la puntilla para las posibilidades electorales del partido en Andalucía”.
Informado por la propia Presidencia del Gobierno del anuncio que se avecinaba, Griñán mantuvo intensos contactos con el todavía presidente del Gobierno y su jefe de gabinete, tratando de hacerles ver la delicada situación en que la decisión de llevar el escudo antimisiles a Rota dejaba al PSOE andaluz y a la propia Junta de Andalucía. Pero el margen de maniobra de Zapatero era nulo. Primero, porque el leonés aspira a redimir sus muchos errores en materia de política exterior con esta medida, y, después, por las presiones de Washington, que necesitaba cuanto antes conocer la decisión española para recabar ante el Congreso USA los fondos que prevé invertir en Rota para materializar el acuerdo.
Griñán pensó encontrar mucho más eco a sus quejas en el entorno de Rubalcaba, al que considera un damnificado más del sorprendente giro de Zapatero en materia de alianzas exteriores. De hecho, el candidato del PSOE ha querido marcar distancias con la decisión del presidente. El martes 11, en el curso de un desayuno informativo, y al ser preguntado sobre si Zapatero le había informado de la decisión, el socialista respondió con un escueto “me informó”. Urgido por el moderador del debate sobre si le había parecido bien la decisión de ZP, Rubalcaba volvió a echar el balón fuera: “me informó", recalcó evasivo.
El “sospechoso” silencio de Griñán
Es evidente que José Antonio Griñán no logró su propósito, como también lo que es que su liderazgo en Andalucía ha quedado más que en entredicho. De su posición desairada ha tratado ya de sacar rédito el PP en la región. El pasado día 6, con motivo de la convención popular en Málaga, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, calificó de “sospechoso” el silencio de la Junta de Andalucía y del propio Griñán, silencio que atribuyó a las “graves contradicciones” que la decisión de instalar el dispositivo de defensa de la OTAN en las costas de Cádiz ha provocado en las filas del PSOE.
Situación contraria es la que se vive en el PP, donde lo ocurrido es visto como una victoria sobre la errática política de alianzas desplegada por Zapatero durante sus dos legislaturas, y como un regalo electoral de última hora. Informado a su tiempo por el presidente del Gobierno - será el Ejecutivo salido de las urnas del 20 de noviembre el que aplique el acuerdo e incluso culmine la negociación-, ni Rajoy ni su equipo han querido, sin embargo, sacar pecho.
Su convencimiento, no obstante, es que “estamos ante la operación de alineamiento internacional más importante de España en muchos años, comparable en importancia a los acuerdos suscritos en su día por Franco con Eisenhower, o a la propia entrada en la OTAN, durante el primer Gobierno de Felipe González. Este es un acuerdo que blinda el flanco sur de España a cualquier veleidad de un hipotético enemigo exterior”.
Tanto Izquierda Unida como el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han pedido la convocatoria urgente de la Diputación Permanente del Congreso para que comparezca la ministra de Defensa, Carme Chacón y de explicaciones. Es seguro que no lo lograrán. En ambiente en el ala izquierda del propio PSOE, tradicionalmente antiamericana, es de consternación por un acuerdo que supone “la entrega entusiasta de la base naval de Rota al escudo antimisiles”. De las ventajas materiales que para Rota y su zona de influencia supone el acuerdo, ni una palabra.
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