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Reino Unido y Estados Unidos financian cómodamente su deuda gracias a la crisis de la Eurozona

Estados Unidos y Reino Unido están refinanciando su deuda pública y privada a tipos de interés históricamente bajos. Mientras las necesidades de financiación de ambos países representan más de la mitad de la emisión de deuda mundial de 2012, su coste de financiación se sitúa sorprendentemente por debajo del de Alemania. Una parte de la explicación se encuentra en la crisis de la Eurozona.

Crisis de la Eurozona

Estados Unidos y Reino Unido están refinanciando su deuda pública y privada a tipos de interés históricamente bajos. Mientras las necesidades de financiación de ambos países representan más de la mitad de la emisión de deuda mundial de 2012, su coste de financiación se sitúa sorprendentemente por debajo del de Alemania. Una parte de la explicación se encuentra en la crisis de la Eurozona.

Crisis de la Eurozona

La crisis de la Eurozona se ha traducido en un fuerte aumento de los tipos de interés a los que se financian los países periféricos -Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, y España- algunos de ellos intervenidos de facto. Además, aunque en menor medida, determinados países centrales –Francia, Bélgica y Austria- han visto incrementada de manera notoria su carga financiera, e incluso los tipos de interés de la deuda soberana alemana se han visto, en términos relativos, penalizados, situándose por encima de los de Estados Unidos.

Mientras que la partida correspondiente al pago de intereses en 2012 se estima que represente para Estados Unidos sólo el 9% del total del gasto, en España se situará por encima del 20%.

Políticas monetarias divergentes

Las políticas monetarias del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal han sido muy parecidas. Ambos bancos centrales bajaron fuertemente sus tipos de interés oficiales, que se sitúan entre el 0% y 0,25%, desde finales de 2008, en Estados Unidos, y en el 0,5%, desde marzo de 2009, en Reino Unido. Además optaron por implementar expansión cuantitativa como instrumento de política monetaria, con el objetivo de fijar un techo a los tipos de interés de la deuda soberana en sus diferentes plazos.

Por el contrario, el Banco Central Europeo después de haber subido los tipos de interés oficiales en las reuniones de abril y julio de 2011, en un 0,25% en cada una de ellas, vuelve a bajarlos, tarde y mal, en las reuniones de noviembre y diciembre, ya con Mario Draghi como presidente del BCE.
El BCE sigue, además, sin implementar una expansión cuantitativa, como un instrumento más de política monetaria. Se ha dedicado a comprar deuda soberana periférica de manera errática, y no prolongada en el tiempo, sin ser creíble.

Políticas fiscales distintas

Europa ha optado por un nuevo pacto de estabilidad y crecimiento que implica austeridad. Se impondrán duras sanciones a aquellos países que no cumplan con los criterios de déficit presupuestario; y además se implantará la regla de oro reforzada y armonizada, es decir, los países de la eurozona deberán limitar por ley su déficit estructural anual al 0,5% del PIB salvo en caso de circunstancias económicas excepcionales.

Por el contrario, Estados Unidos continuará expandiendo fiscalmente su crecimiento económico, tal como ya adelantó Vozpópuli; y Reino Unido, frente al rigor presupuestario inicial, implementará un plan de infraestructuras para reactivar su débil crecimiento económico.

Los mercados penalizan la falta de crecimiento económico

Los mercados financieros por encima de todo castigan, han castigado, y castigarán a aquellos países que presentan problemas de crecimiento económico futuro, implementen o no reformas estructurales. La austeridad, por ejemplo, está teniendo un coste muy elevado para los países periféricos de la Unión Europea.

España desde que en mayo de 2010 aplicó la hoja de ruta diseñada por el Banco Central Europeo (BCE) ha visto incrementado el tipo de interés del bono soberano a 10 años desde el 4,50% al 5,75% actual. Por el contrario, en Alemania ha descendido desde el 2,75% al 2,03% actual. Lo más sorprendente es que Estados Unidos ha visto reducido el coste financiero de emitir a 10 años desde el 3,45% al 2,02%.

Si el 7 de mayo de 2010 la prima de riesgo de la deuda española frente a la alemana y estadounidense cerró en los 175 y 105 puntos básicos, respectivamente, ayer se situó alrededor de los 370 puntos básicos para ambos países.

 

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