La decisión de Repsol de comprar a Sacyr el 10% que posee en la petrolera, que se acordó en el consejo extraordinario del pasado domingo, reunión confirmada por la petrolera a última hora de la tarde de ayer, alivia y garantiza el futuro de la constructora que preside Manuel Manrique. 

Para Sacyr significa un balón de oxígeno que le servirá para solucionar in extremis su carta con sus acreedores. La operación está valorada en 2.700 millones de euros a precios de mercado (Repsol cerró a 22,17 euros por acción), que equivale a casi la mitad de la deuda que Sacyr tiene pendiente de refinanciar. Además, permite a la constructora mantener otro 10% en la petrolera, un paquete estratégico para la compañía, cuyo valor en el mercado (2.700 millones) es superior a la capitalización de Sacyr (1.700 millones).

No obstante, Sacyr mantuvo durante la jornada de ayer una intensa negociación con sus bancos acreedores, y tiene hasta mañana 21 de diciembre para decidirse y convencerles para evitar que ejecuten las garantías en su carrera por renegociar su crédito vinculado a la adquisición de Repsol (20,01%) de 4.900 millones. 

Pero el objetivo final de la operación que maneja Brufau podría tener una segunda parte, según explican fuentes del sector: repartir a partes iguales este paquete con el gigante chino Sinopec, su socia en Brasil desde hace un año. Aunque este movimiento no ha podido ser confirmado, implica que la china Sinopec contará con una participación importante en el accionariado de la matriz  Repsol (es dueña del 40% de la filial Repsol Brasil, la joya de la corona) y esto le permitiría incluso tener un sillón en el consejo de administración de la petrolera.

Menos peso y  venta sin prima para Sacyr

Repsol podría garantizar así el futuro a Sacyr, pero todo tiene un coste. No hay que olvidar que la constructora, pese a la buena sintonía que pueda existir ahora en el consejo de Repsol sin Luis del Rivero como presidente de Sacyr, intentó tomar el control de Repsol con la ayuda de Pemex.

La compra se efectuaría con un descuento del 5% sobre la cotización, algo por debajo de los 23 euros que tocó la semana pasada. Además, la petrolera exige la ruptura del pacto de sindicación firmado entre Sacyr y Pemex a finales del pasado verano, a cambio de conseguir aclarar la situación crediticia de la compañía que comanda Manuel Manrique.

Y por último, la representación de Sacyr en el consejo de Repsol también se reduciría. La constructora cuenta con dos consejeros dominicales externos, Juan Abelló y José María Loureda. El ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero mantiene su sillón en el consejo de Repsol, porque es a título personal (fue nombrado consejero en noviembre de 2006, ratificado en la junta de mayo de 2007, y reelegido en la de abril de 2011).