La clave estriba en que al mando de Defensa, Gallardón tendría acceso al negocio que se avecina en torno a un buen número de cuarteles repartidos por toda España. La denominada Operación Campamento, por la que el Ministerio de Fomento se hizo con terrenos ocupados anteriormente por cuarteles en una de las entradas a Madrid (la de la A-5, carretera de Extremadura), se demoró durante años y el Gobierno Zapatero la culminó in extremis, en una de sus últimas decisiones.
Sin embargo, no será ni mucho menos la última de estas características que se ponga en marcha. En otros lugares de España, el Estado se hará con terrenos que sirven como sede a cuarteles militares para transformar su uso y construir viviendas, en la mayoría de los casos de protección oficial, sin duda el área inmobiliaria que menos está padeciendo la crisis.
La oportunidad la pintan calva para los constructores que, además, han visto como en los últimos tiempos el Ministerio de Fomento ha reducido de forma drástica el número y el volumen de licitaciones de obra civil a causa de la crisis.
Bien con todos
Quizá, un Gallardón atado de pies y manos por las estrecheces presupuestarias en Fomento sería menos atractivo para determinados empresarios del sector que un político afín en un Departamento como Defensa, menos expuesto además al foco mediático.
Como recordó Vozpópuli en vísperas de las elecciones, a Florentino Pérez le ha ido bien con todos los últimos gobiernos y con los diversos titulares que ha tenido el Ministerio de Fomento desde la llegada al poder de José María Aznar en 1996 (consecutivamente, Rafael Arias-Salgado, Francisco Álvarez Cascos, Magdalena Álvarez y José Blanco), ya que ACS, el grupo que preside, no ha dejado de ser la compañía que más ha facturado gracias a contratos de obra civil.
Sin embargo, la situación se antojaría ideal con Gallardón en el Departamento, conocida la afinidad entre los dos, emanada de años de contactos tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento, tanto desde ACS como desde la presidencia del Real Madrid, que Pérez ha ocupado en los últimos 11 años en dos etapas diferentes.
Sin embargo, ambas opciones han fallado. Gallardón ha acabado como ministro de Justicia y, por ende, notario mayor del Reino pero, por el momento, el resto deberá esperar.
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