Aparte de los “minijobs”, la CEOE pidió a mediados de diciembre que los acuerdos ya pactados sobre moderación salarial se prolongasen hasta 2014. Firmados a principios de 2010, los Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva prevén para este año un crecimiento de los sueldos de entre el 1% y el 2%, y para 2012 entre 1,5% y 2,5%. Pero la moderación, según datos del INE, es ya un hecho: en la primera mitad de 2011 el coste por trabajador solo creció un 0,5%.

Un dato muy alejado de los acuerdos citados y, sobre todo, del 6,4% que se registró en 2008, como denuncia el “balance de la economía española en la última década”, un informe presentado por CCOO. En realidad, el desplome se produjo en 2010, cuando los sueldos escalaron un exiguo 0,7% después de hacerlo un 4,1% en 2009. La tendencia bajista, pues, se mantiene.

Según el Gabinete Económico de CCOO, “la fuerte caída se debe a la contención salarial y a la destrucción de empleo asalariado”. Una sangría de la que solo se salvan los convenios colectivos, que sí cumplen con la letra pequeña de lo acordado hace casi dos años por CEOE, UGT y CCOO: hasta agosto de 2011, el incremento salarial pactado en este tipo de convenios fue del 2,7%, según el Ministerio de Trabajo (ahora de Empleo). Lo malo de estos datos es que hay que agarrarlos con pinzas, ya que solo abarcan al 44% de los trabajadores amparados por convenios colectivos (unos 2.411 convenios de un total de 5.689). Además, las fuentes utilizadas (INE, Ministerio de Empleo) a veces divergen más que coincidir.

Funcionarios sin convenio

Caso aparte es el de los empleados públicos quienes, excepto una minoría, no cuentan con ningún tipo de convenio. De hecho, en 2010 sufrieron un recorte del sueldo del 5% y en el presente año una congelación salarial, a la que habría que añadir los ajustes practicados en no pocas Comunidades Autónomas. La masa salarial del funcionariado está, así pues, en claro retroceso. 

Curiosamente, en el primer semestre de 2011 el INE ha detectado un repunte en la productividad por trabajador del 4% (en 2010 fue del 3,3%), motivada probablemente por el aumento de los despidos. CCOO recuerda que los salarios deberían “crecer igual que la productividad”.