Según su propio director, Alex de La Iglesia, La chispa de la vida refleja una situación tan grotesca "que te hace reír". Así lo manifestó el realizador vasco durante la presentación que se hizo de la cinta ayer en Valencia.
La película, que se estrena el próximo 13 de enero, es una dura tragicomedia que ahonda con "disparos certeros" en la realidad del circo mediático. Sin embargo, De La Iglesia rescata que en ella hay "una esperanza" para no perder la dignidad.
La historia narra la vida del ejecutivo publicista que creó la exitosa campaña La chispa de la vida de Coca Cola y que, tras dos años en paro, busca sin éxito trabajo, entre sus antiguos compañeros.
La humillación a la que es sometido el protagonista de la película, Roberto, encarnado por José Mota, y la desesperación que sufre por la crisis, le lleva a buscar en Cartagena el hotel donde pasó la luna de miel con su esposa Luisa (interpretada por Salma Hayek) pero en su lugar encuentra un teatro romano, en el que, por accidente, se clava un hierro en la cabeza que lo deja inmovilizado.
El protagonista decide hacer negocio de su absurdo y dramático accidente y vender una exclusiva a la televisión que más pague para conseguir el dinero que salvaguarde el futuro de su familia, y es entonces cuando empieza "el circo mediático, social y político" que describe De la Iglesia.
"Roberto sabe a mitad de la historia su final y trata de salvaguardar la dignidad de su familia consiguiendo dinero, a costa de su propia dignidad", ha explicado el director, quien ha alabado el trabajo del elenco de actores, encabezado por Mota y Hayek e integrado por Fernando Tejero, Juan Luis Galiardo, Blanca Portillo, Juanjo Puigcorbé, Carolina Bang y Santiago Segura.
El contrapunto al papel del protagonista lo pone su mujer, que le hace ver que ese que aparece en la televisión "no es él" y que "no todo en la vida es ganar dinero", según De la Iglesia.
La película trata sobre "el circo mediático, político y social que nos rodea como una especie de prisión", ha definido el director, quien asegura que siempre hay una salida cuando se sufre "una crisis de valores", como le ocurre a la mayoría de los personajes conforme se acumulan los acontecimientos grotescos.
El director de El día de la Bestia y Balada triste de trompeta ha confesado que con Mota, al que Tejero ha definido como "actorazo", ha usado un "truco narrativo" muy común: darle un papel que no se espera de él.
"El espectador espera un chiste o un gag de Mota que le ayude a superar la angustia que sufren pero no lo hace", ha explicado el realizador.
La película con guión de Randy Feldman (Tango y Cash) ha sido calificada en algunos ámbitos de "berlanguiana", pero De la Iglesia asegura que ese calificativo le "queda grande", aunque ha reconocido que bebe de las fuentes de los directores Luis García Berlanga y Marco Ferreri y del guionista Rafael Azcona