Banco Popular analiza estos días el cuaderno de venta que el banco de inversión Nomura ha preparado al Banco de España para la adjudicación de Unnim, nacionalizada completamente en octubre pasado por un euro. Como ha subrayado Ángel Ron, presidente del Popular, en sus últimas apariciones públicas, el objetivo de su grupo es aprovechar el actual proceso de reestructuración financiera para seguir creciendo y fortaleciéndose. De hecho, el Popular también participará en el proceso de venta del Banco de Valencia, como adelanto Vozpópuli.
Con la adquisición de Unnim, Banco Popular alcanzaría un tamaño de 190.000 millones y crecería en uno de los territorios que considera estratégicos, donde sus oficinas y las del Pastor concentran un 4,9% del mercado, al que sumarían el 9,3% de la caja catalana. "La compra del Pastor fue sólo el punto de partida. La entidad necesita ganar más tamaño para ser competitivo en el duro futuro que espera al sector financiero europeo", aseguran fuentes del mercado. El gran objetivo del Popular es llegar al tamaño mínimo de 200.000 millones que señalan ya algunos analistas de la City londinense como el requisito imprescindible para lograr financiación en los mercados.
El Popular, que sumará con Pastor 161.000 millones en activos cuando cierre la operación, en febrero, prepara una ampliación de capital de 1.347 millones para sufragar la fusión y tiene pendiente de presentar su plan para captar 2.581 millones, exigidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Además, tendrá que afrontar vencimientos de deuda por valor de 12.700 millones antes de finales de 2012.
Precisamente, la adquisición del Pastor fue el argumento utilizado desde la entidad para aparcar su participación en más procesos de compras corporativas. Sin embargo, el modelo final utilizado en la venta de la CAM, con un esquema de protección de activos que cubre hasta el 80% de las pérdidas de los activos tóxicos en diez años, anima al crecimiento inorgánico.
La entidad que preside Ángel Ron solicitará al Banco de España información completa de la caja, previa firma de un acuerdo de confidencialidad, dentro de la primera etapa de la subasta. Los planes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (DROB) pasan por que las entidades interesadas presenten en febrero las ofertas vinculantes para, posteriormente, adjudicar Unnim antes del fin de marzo.
Interés de siete entidades
La primera ronda de contactos para la subasta de la nacionalizada Unnim acabará el próximo viernes, fecha en la que las entidades presentarán sus ofertas no vinculantes. "Todos iremos a mirar. Otra cosa será luego el interés por comprar", explican desde un par de entidades. De hecho, desde algún banco empiezan ya a criticar que entidades que no van a pujar finalmente por una caja nacionalizada puedan participar en el desnudo integral que permite el Banco de España. "De estos cuadernos de venta y 'data room' (proceso de preguntas y respuestas entre interesados y la entidad en venta) se logra mucha información que luego es valiosa para el futuro", inciden desde un banco.
Alrededor de siete entidades aparecerán en esta primera fase no vinculante. El mercado da por descontado además que los tres grandes nombres propios del sector, Santander, BBVA y La Caixa, participarán en este inicio del proceso, para desaparecer después en el momento de la puja final. Lo mismo puede suceder con Unicaja o Kutxabank, el banco de las tres cajas vascas. Junto al Popular, Ibercaja, que hasta el momento se ha mantenido al margen del baile de las fusiones, pujará fuerte por Unnim. De hecho, la compra de la caja catalana forma parte de una operación de fusión de mayor calado con Banca Cívica, como publicó este diario.
En la primera fase de la subasta, las entidades han de presentar la oferta no vinculante y es a la que concurren un mayor número de ofertantes, siendo luego, en la segunda fase, cuando se presenta oferta vinculante, el momento en que se reduce la cantidad de grupos realmente interesados. Unnim cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas de 107 millones de euros. A final de año, los números rojos se elevarán hasta el entorno de los 250 millones.
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