La incertidumbre sobre las medidas que tiene previsto adoptar el Gobierno en relación al saneamiento de los balances inmobiliarios del sector financiero ha llevado a la gran mayoría de las entidades a generar dos borradores sobre sus resultados anuales. Uno con beneficios y otro, con beneficio cero e incluso pérdidas en el último trimestre o incluso en todo el año. La publicación de las cifras en rojo o en negro dependerá de si el Gobierno despeja, en los próximos días, cual puede ser el calado del saneamiento inmobiliario.
"En función de eso, habrá que decidir si se incluye una dotación de provisiones extraordinarias o no para sanear el ladrillo. Eso, lógicamente, repecutirá en los resultados", reconocen desde varias entidadades. Por lo general, todas las entidades habían decidido aumentar sus provisiones a lo largo de 2011, para contrarrestar su exposición a los activos tóxicos inmobiliarios. Pocas transacciones, descuentos constantes en el stock de pisos, aumento de la bolsa de activos adjudicados y el incremento constante de la tasa de morosidad.
Pero, a pesar del agujero que genera el ladrillo en los balances de las entidades, el sector no se había planteado el escenario de estrés que incluyó Banesto en su cuenta de resultados, con una provisión extraordinaria de 400 millones. "Las dotaciones eran importantes pero nunca tan excepcionales", reconocen desde una caja.
De hecho, la decisión de Banesto ha creado un pulso dentro del sector. Por una parte, buena parte de las entidades son partidarias de seguir esa política de provisiones agresivas, después de ver que los mercados felicitaron su decisión de sanear balances y firmar unas pérdidas de 173 millones en el último trimestre de 2011.
"Lo que ha hecho Banesto es un globo sonda del Santander para ver cómo respiramos el resto. Si les seguimos, cada entidad quedará retratada en dos grupos. Los que tienen músculo y los que necesitan ayuda y, por tanto, tendrán que fusionarse. Lo que pase finalmente en estas tres próximas semanas -presentan sus resultados los grandes y medianos bancos- puede servir para darle el golpe de velocidad que necesita la reestructuración financiera", explica un directivo de una entidad que quiere guardar el anonimato.
Hay otro grupo de entidades que, sin embargo, pretenden mantenerse en negro si hasta la fecha de publicación de sus resultados el Gobierno no les da más detalles sobre su plan de saneamiento inmobiliario para el sector financiero. "La banca española lleva mucho castigo y el término pérdidas incluye mucho más. Por eso, hay que ser cautos en estos momentos en los que todavía hay mucha confusión sobre las líneas de actuación del plan del Gobierno", admiten en un banco.
Lo que desliza el sector es que las líneas avanzadas marcan el inicio de una negociación con el gobierno que quiere que se aprovechen al máximo los resultados para realizar la limpieza del suelo y de las promociones en curso. "Estamos en la misma situación que con el banco malo. Al final no hay porque a los grandes no les conviene. Ahora sucederá lo mismo", aseveran desde una caja.
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