España

El grupo BMN entrará en la puja por el Banco de Valencia

BMN, el banco surgido de la fusión de las cajas de Murcia, Penedès, Granada y Sa Nostra, tiene previsto pujar por el Banco de Valencia dado el carácter estratégico que tiene la Comunidad Valenciana para el grupo que preside Carlos Egea. El potencial del negocio financiero de una autonomía que ha visto como se han difuminado sus instituciones financieras, junto a la complementariedad de la red de oficinas, motivan la entrada de BMN en el proceso de adjudicación, según han reconocido a Vozpópuli fuentes del sector.

BMN, el banco surgido de la fusión de las cajas de Murcia, Penedès, Granada y Sa Nostra, tiene previsto pujar por el Banco de Valencia dado el carácter estratégico que tiene la Comunidad Valenciana para el grupo que preside Carlos Egea. El potencial del negocio financiero de una autonomía que ha visto como se han difuminado sus instituciones financieras, junto a la complementariedad de la red de oficinas, motivan la entrada de BMN en el proceso de adjudicación, según han reconocido a Vozpópuli fuentes del sector.

“Otra de las ventajas es que se trata de un banco cotizado. Eso siempre facilita un poco la operación”, insisten las mismas fuentes. El Banco de Valencia es una entidad muy complementaria para BMN, que preside Carlos Egea, porque le permitiría reforzar su presencia en la provincia de Valencia. Actualmente, BMN cubre Catalunya y Castellón a través de Penedès. Precisamente, este ha sido el principal motivo por el que BMN no forma parte de las seis entidades que han presentado una oferta no vinculante por UNNIM. El grupo tiene también presencia en Alicante y Murcia a través de Caja Murcia, y Almería y Granada con Caja Granada. Por lo tanto, necesita la provincia de Valencia para unir la zona norte con la sur. Adicionalmente, cuenta con una buena posición en Baleares de la mano de Sa Nostra.

La operación acercaría a BMN a un tamaño cercano a los 100.000 nillones en activos, en concreto 92.000 millones. Sin embargo, aún lejos del corte de 150.000 millones que esta empezando a exigir el mercado para no tener problemas de financiación mayorista en el momento que desaparezcan las tensiones actuales motivada por la crisis de la deuda en Europa.El Banco de España quiere tener adjudicado el Banco de Valencia en mayo de 2012.

Para ello, los nuevos gestores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que dirigen la entidad desde que fue intervenida el pasado mes de noviembre, quieren tener listo el cuaderno de venta a finales de enero. Ese es el margen que maneja el supervisor para tener lista la 'due dilligence' del banco valenciano, según explican a Vozpópuli fuentes conocedoras del proceso.

En la carrera por hacerse con el control del Banco de Valencia, actualmente intervenido poe el Banco de España, BMN se topará con el interés del Popular, que también está inmerso en el proceso de venta de UNNIM, y de Unicaja, aún pendiente de cerrar la fusión con Caja España-Duero. Precisamente las tensiones que están apareciendo en este proceso han llevado al supervisor a advertir a la entidad que preside Braulio Medel de que no podrá realizar otra operación corporativa hasta que no unifique su actividad con las cajas castellanoleonesas.

Un EPA para animar la subasta

A partir de febrero, el FROB iniciará la puesta en el mercado del cuaderno de venta bajo la supervisión de un banco de inversión. Antes de la intervención, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, había encargado el proceso a Lazard, acuerdo que el Banco de España está exento de cumplimentar. Como sucedió con la CAM, el supervisor dotará al comprador de un generoso Esquema de Protección de Activos (EPA) para animar el interés del sector financiero.

Será entonces, cuando se inicie el proceso de ofertas no vinculantes, al que las entidades que concurran conocerán el verdadero estado financiero del Banco de Valencia. En pleno de este proceso, la Junta General de Accionistas deberá refrendar, durante el mes de marzo (aún no hay fecha determinada), la ampliación de capital de 1.000 millones prometida por el FROB en la intervención y que será desembolsada entonces.

El plazo que maneja el Banco de España expira semanas antes del calendario exigido por Bruselas al supervisor español para presentar un plan de reestructuración de la entidad valenciana. Esa fecha es finales del próximo mayo. En este plan, como explicó el ejecutivo comunitario tras la intervención del Banco de Valencia, "las autoridades españolas tendrán que demostrar, durante seis meses, el retorno a la viabilidad del banco, así como un adecuado reparto de cargas que minimice las distorsiones a la competencia".

Sin embargo, el proceso puede sufrir importantes alteraciones si, como pretende el Gobierno, se agiliza la reestructuración financiera para cumplir el plazo anunciado de seis meses para completar el nuevo mapa bancario. “Si el Gobierno quiere darle al sector la vuelta como un calcetín, como así parece, y dejarlo con un número mínimo de entidades (cinco grandes y cinco medianas, como adelantó este medio), dejarán de darse estos procesos de venta tan largos”, explican desde uno de los grandes.

Banco de Valencia representa una entidad relativamente pequeña en relación al total de activos bancarios españoles. No obstante en las regiones de Valencia y Murcia, donde tiene su mayor ámbito de actuación, su cuota de mercado representa aproximadamente un 7% y 4% en depósitos y créditos.
 

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