Imathia cerró el ejercicio 2010 con un beneficio de algo más de 56.000 euros, lo que suponía un descenso del 58% en relación con las cuentas registradas en 2009. Sin embargo, la compañía dirigida y controlada por Julián García Valverde, quien fuera ministro en los gobiernos de Felipe González, presentó una realidad bien distinta. Las primeras cuentas que Imathia depositó en el Registro Mercantil reflejaron un beneficio de 111.964 euros, prácticamente el doble de la cifra auténtica.
Sin embargo, la compañía se vio obligada meses después a reformular sus cuentas debido a una advertencia realizada por Morison, la firma encargada de realizar la auditoría de la empresa. En concreto, la anomalía residía en que se había contabilizado la participación de Imathia en una Unión Temporal de Empresas (UTE) cuando la compañía ya no formaba parte de la misma ya que había renunciado formalmente a ella.
Esta circunstancia no afectó a la cifra de negocio pero sí a los beneficios de Imathia que, tras la reformulación de los resultados, se quedaban prácticamente en la mitad, concretamente en 56.942 euros.
Para entonces, Imathia ya estaba presente, junto a su participada Consultrans, en el consorcio español que pujaba por el AVE saudí, que finalmente ha sido adjudicatario del proceso.
Ascenso meteórico
Desde que en 2008 García Valverde llegó a Imathia, la actividad de la compañía, centrada en la construcción e ingeniería de proyectos, no dejó de crecer, contrariamente a lo que había sucedido en los ejercicios anteriores. De hecho, la cifra de negocios que presentó la compañía en 2010 rozó los 10 millones de euros, frente a los 5,95 millones de euros que registró en 2009.
Las cifras de resultados avalaron al grupo para su entrada en el consorcio español que pujó durante los últimos años por el contrato de la línea de alta velocidad que unirá las ciudades de La Meca y Medina, en Arabia Saudí.
La participación de Imathia y Consultrans en el consorcio asciende al 2,5%, lo que supondrá unas cifras de facturación al finalizar el mismo que se situarán por encima de los 150 millones de euros. El consorcio está conformado por Adif, Cobra, Copasa, Dimetronic, Inabensa, Ineco, Indra, OHL Internacional, Renfe, Talgo y las empresas locales Al Rosan y Al Shoula, además de las ya mencionadas Imathia y Consultrans.
El contrato incluye el suministro de 35 trenes y el mantenimiento de la infraestructura durante 12 años.