La ex consejera de Economía de la Junta de Andalucía Magdalena Álvarez es el nombre que todos los interesados en la ampliación del metro de Sevilla tienen en mente en estos días. El proyecto de la línea 3 del suburbano sevillano debe contar con las bendiciones y, sobre todo, con el dinero del BEI para salir adelante. Los aspirantes a hacerse con las obras y los que están dispuestos a facilitar la financiación lo dejaron claro durante la última semana: no moverán un dedo sin el dinero de la institución en la que ‘Maleni’ actúa como vicepresidenta.
La Junta confía en que el BEI actúe de la misma forma que cuando apoyó un programa destinado a financiar actividades relacionadas con el ámbito universitario y de la investigación en Andalucía.
El proyecto, que en realidad contemplaba todo un plan de obra pública (la principal partida del préstamo se destinaría a la construcción de nuevos edificios y las reformas de los ya existentes correspondientes a diez universidades públicas de la comunidad autónoma) comenzó a ser analizado por el BEI a comienzos de noviembre del pasado año y antes de que finalizara el ejercicio se había firmado un préstamo por valor de 300 millones de euros, la mitad del presupuesto que contemplaba la Junta.
Otras solicitudes más antiguas, como las ayudas a la reconstrucción de la localidad murciana de Lorca tras el terremoto que asoló parte de su territorio, aun se encuentran en fase de estudio por parte del organismo europeo, según figura en su página web.
Problemas de financiación
Al tratarse de un proceso de adjudicación público-privado (PPP), aquéllos que se lleven el contrato deberán aportar los primeros fondos para la construcción de la línea 3 del metro de Sevilla, con un 20% de capital y el 80% restante de financiación. La Administración comenzaría a devolver el dinero cuando finalizara la obra y comenzara a explotar la nueva línea.
La intención de la Junta es licitar la obra este verano y que los trabajos comiencen a comienzos de 2013 para que cuatro años después estén finalizados.
Con estas condiciones y las extremas complicaciones que se dan en la actualidad para encontrar financiación en los mercados, los interesados en la ampliación del metro de Sevilla esperan pacientemente la decisión del BEI para decidir si acometen una de las mayores licitaciones de Andalucía en los últimos tiempos, con un valor estimado que se aproxima a los 1.200 millones de euros.
La institución financiera europea ya intervino en la construcción de la primera línea del metro de Sevilla, con una aportación que supuso aproximadamente el 50% del coste total de la obra. Una vez más, los caminos de Magdalena Álvarez y de la Junta de Andalucía se encuentran aunque la decisión final del BEI podría ir destinada a un Gobierno de distinto signo político.