Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) aseguran que, según la estadística del Banco de España, cada español guarda 2,2 billetes de 500 euros "debajo de un colchón", aunque las cifras "falsean" la realidad, ya que "unos pocos defraudadores" acaparan la mayor parte de estos billetes para saldar operaciones al margen del Fisco, habitualmente grandes empresas.
En un comunicado, Gestha explica que este signo "inequívoco" de economía sumergida concuerda con la estimación de que cerca del 40% del dinero en circulación escapa al control de Hacienda, lo que equivale a más de 200.000 millones de euros, una cifra muy cercana a la tasa de economía sumergida, cifrada actualmente en el 23,3% del PIB. Así y pese a que los datos publicados hoy por el Banco de España reflejan que el número de billetes de 500 euros en circulación disminuyó en 2011, suponen ya el 67,9% del dinero en circulación, el doble que la media de la eurozona (donde ronda el 33%).
Descenso de la actividad económica
A su parecer, el descenso en el uso de estos billetes, considerados el 'instrumento perfecto' para saldar negocios en negro, se debe a la propia caída de la actividad económica y "muy especialmente" de las sociedades de los sectores de la construcción e inmobiliario, una bolsa de fraude que en los años de bonanza llegó a evadir cerca de 9.000 millones de euros anuales al Fisco.
Asimismo, advierte de que el incremento del peso de estos billetes en el total del dinero en circulación es "una mala señal", ya que da a entender que los defraudadores mantienen el acopio de este dinero en efectivo para realizar sus operaciones, tal y como se ha podido en casos como el descubrimiento de 10 millones de euros en la vivienda de un implicado en el escándalo Afinsa.
En este contexto, los técnicos confían en que el Plan Antifraude anunciado por el Gobierno incluya medidas eficaces para estrechar el cerco a estos defraudadores. Además, recuerda que las investigaciones realizadas entre 2007 y 2011 sobre la circulación de billetes de 500 euros generaron unos ingresos de 1.100 millones, lo que demuestra su elevado potencial recaudatorio.
Más limitaciones al pago en efectivo
Así, Gestha insta al Gobierno a aprobar este mismo mes, coincidiendo con el Plan de Control Tributario, la limitación de los pagos en efectivo en determinadas operaciones y cifra en 1.000 euros el importe óptimo en el que debería fijarse esta limitación, ya que de este modo podría obtenerse una recaudación adicional de más de 26.000 millones anuales, más del doble de lo que el Gobierno planea ingresar. Según los técnicos, esta prohibición sería una medida disuasoria frente al fraude fiscal, ya que las empresas no podrían deducir el IVA, ni el gasto en el IRPF ni en el Impuesto de Sociedades en la parte de las facturas pagadas en metálico, con cheques bancarios o documentos al portador que exceda del límite máximo permitido de 1.000 euros.
Por otro lado, propone destinar mayor proporción de la plantilla de la Agencia Tributaria a investigar fraudes de las grandes empresas y recuerda que la obligación de bancos y cajas de elaborar un censo de las operaciones realizadas en efectivo que superen los 3.000 euros ha actuado como "elemento muy poco disuasorio" para reducir la economía sumergida.