El Instituto Internacional Cuatrecasas, una de las divisiones del célebre bufete que efectuó labores de asesoría con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para la reforma laboral de 2010, cree que antes que apostar por un despido con indemnización de un número concreto de días al año (20, 25, 33, 45…) es mucho más importante definir las causas de éste. “En España es fácil despedir. Fácil y caro. Lo idea sería que los despidos solo se diesen en casos procedentes. Pero como no es así, se aplican los improcedentes por la puerta de atrás", explica a Vozpópuli Fernando Moreno, director del Instituto.
En vez de dar una cifra, Moreno propone un elenco: “una cifra que oscile entre los 20 y los 33 días, que se acerque a los datos de otros países de la UE”. E insiste en que es más notorio establecer las causas de los procedentes (fijado en 20 días desde 2010) e improcedentes, porque, asegura, “en España hay una patología que lleva a las empresas a tender al despido”.
Buen diagnóstico, malas medidas
En el bufete Cuatrecasas opinan que Zapatero hizo “un buen diagnóstico con malas medidas”. Y creen que la reforma laboral que pergeña Mariano Rajoy debería pivotar sobre tres ejes, contratación (quizá el menos importante, con matices), flexibilidad interna y despidos. También piensan que habría que respetar el grueso de la negociación colectiva pactado entre sindicatos y patronal, con algún matiz a introducir.
En materia de contratación, Moreno juzga errónea aquella teoría tan difundida que habla de “hasta ochenta modalidades distintas. Se ha exagerado el fenómeno. En realidad no hay más de 10 modalidades. Algunas de ellas sí se pueden fundir, pero lo importante no reside ahí. Yo fomentaría los contratos a tiempo parcial para evitar más despidos e introduciría alguna fórmula dirigida al empleo joven”.
Atajar la temporalidad, pero...
Moreno tiene opiniones relativamente enfrentadas, que no contradictorias: por un lado, cree que durante el boom la elevada temporalidad española (hasta el 35% en 2007 frente al 15% de media en la UE) derivó, en parte, en la ingente tasa de paro actual. Por otro, la cosa no es tan fácil. “El modelo productivo español impide, al menos a corto plazo, obviar la temporalidad. Eso sí, hay que eliminar aquella que no esté justificada”.
Finalmente, el director del Instituto Internacional Cuatrecasas valora el papel de los agentes sociales, pero ve ciertos puntos que podrían tocarse. Especialmente en el ámbito de los convenios colectivos. En opinión de Moreno, “no se trata de ampliar los convenios de empresa (que afectan a un 10% de los trabajadores), sino de introducir elementos de flexibilidad en los sectoriales y, sobre todo, en los provinciales (que aglutinan a más de la mitad de los asalariados).
“El PP debe reescribir parte del acuerdo entre patronal y sindicato. No todo. No vayamos a pensar que la eficiencia económica va necesariamente ligada a los convenios de empresa”.
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