El Ayuntamiento madrileño no se amilana ante sentencias parciales, y menos en cuestiones urbanísticas: si el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) limitó hace una semana a cuatro alturas la edificabilidad máxima en la zona de la operación Mahou-Vicente Calderón, ayer el equipo de Ana Botella aseguró que sí, que acata la sentencia, pero que explorará las rendijas que concede la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid para construir más allá de ese techo.
Lo señaló ayer en rueda de prensa el vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva. Lo hizo apelando al interés común: “Respetamos pero no compartimos el espíritu de la sentencia sobre alturas máximas. Creemos que los primeros beneficiarios serán los madrileños”. Por esta razón, Villanueva aseguró a los periodistas que el Consistorio va a impulsar en los aledaños del estadio Vicente Calderón, junto al río Manzanares y cerca del centro de la capital, la construcción de “edificios singulares” de más de cuatro alturas (tres pisos más ático).
La operación Mahou-Vicente Calderón fue lanzada en 2008 con la firma del Ayuntamiento, la cervecera y el Atlético de Madrid. Abarca nada menos que 200.000 metros cuadrados de suelo industrial que pasó a ser urbano en 2009, con la modificación del PGOU. Pese a la crisis, la zona es de las más envidiadas de la capital al estar pegada a las obras ya concluidas de Madrid-Río y no lejos del centro.
¿Nuevo conflicto con el Gobierno regional?
La operación acarrea también el traslado del Club Atlético de Madrid al estadio de La Peineta en 2015. Miguel Ángel Villanueva indicó ayer que se están intensificando los contactos entre el Ejecutivo de Botella, Mahou, el Atlético de Madrid y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) “para estudiar las vías jurídicas para solucionar el problema”.
Y el problema pasa por investigar qué opciones concede la Ley del Suelo regional, revisada por última vez en 2007. “Quieren hacer de la excepción la norma”, cuenta un técnico del Consistorio. Por lo pronto, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha hablado de “costosísimas infraestructuras tanto en la zona del Calderón como en la de La Peineta” y ha rechazado el afán municipal por “hacer colmenas (edificios altos) en las zonas residenciales”.
Ante este nuevo conflicto Comunidad-Ayuntamiento, UPyD pidió ayer a ambos “que dejasen de pelearse” y recordó que la ley madrileña “no es adecuada porque peca de excesiva rigidez: no es lo mismo una zona de gran densidad urbana que un pequeño municipio”.
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