La reforma laboral ha venido a provocar escalofríos en la mayoría de las empresas públicas y tiene sin dormir a media plantilla del ente RTVE. Hay muchos rumores sobre los nombres de quien accederá a su presidencia. Cuando hace unos días le preguntaron en privado a Alberto Ruiz Gallardón, no se anduvo con rodeos: “Rajoy busca un ‘killer’ para limpiar RTVE”, dijo el ministro de Justicia. Y avanzó todavía más: “Busca a alguien con el perfil de Silvio…”. Se refería a Silvio González, consejero delegado de Antena 3…
Silvio González es uno de los pesos pesados del sector audiovisual español. Es el que corta el bacalao en Grupo Antena 3 y tiene fama de persona pragmática al que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones incómodas. El apodo de Gallardón a Silvio González como ‘killer’ se refiere a su etapa como director financiero y gerente de COPE, labor con la que el sector le otorgó dicho calificativo tras tener que tomar medidas de ahorro y ajustes de plantilla impopulares. La posterior trayectoria del directivo madrileño, no obstante, ha pulido la imagen que se tenía de él. Se le considera un gestor serio y que conoce bien las necesidades de los medios de comunicación. Sabe lo que se precisa y lo que sobra. González, en este sentido, cumple con el perfil adecuado para la época de vacas flacas que impone la coyuntura actual. Considerado uno de los consejeros delegados con más prestigio del sector a nivel europeo sería el profesional que Rajoy urge para llevar a cabo los recortes de RTVE, pero los sueldos de las empresas privadas son mucho más golosos que los de los cargos en sociedades públicas.
La sombra de un nuevo expediente de regulación de empleo en la Corporación es cada vez más alargada. El recorte presupuestario de 200 millones de euros no deja demasiado margen de maniobra. La actual reforma laboral, en este sentido, facilitará al nuevo presidente de RTVE meter tijera en la sobredimensionada plantilla, ya que las condiciones actuales están a años luz de las del ERE que se aplicó en la radio y televisión públicas en 2007. Supuso la salida de miles de trabajadores con cerca del 90% del sueldo hasta la jubilación. Un retiro dorado para muchos. La mayoría se acogió de manera voluntaria. Ahora, terminar con personal fijo de RTVE es más barato, pero se necesita un ‘killer’ capaz de meter mano con unas indemnizaciones que supondrían la puntilla para trabajadores que llevan décadas en la Corporación. Pero, más allá de alguien que lleve a cabo despidos, parece que lo que RTVE requiere es que un administrador como Silvio González termine con los gastos innecesarios que lastran la viabilidad del modelo de RTVE.