CCOO y UGT sacaron este domingo a las calles de toda España a decenas de miles de personas en las 57 manifestaciones que han convocado contra la reforma laboral del PP, que para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es "justa, buena y necesaria". Después de este primer termómetro, los sindicatos aguardan al fin del trámite parlamentario de la reforma para modular su ofensiva contra la misma, aunque existen escasas posibilidades de que puedan introducir matices de importancia a través de los grupos de izquierda. El portavoz de Economía del Grupo Socialista, el ex ministro de Trabajo Valeriano Gómez, que avaló durante su mandato la reforma laboral de 2010 que sentó las bases para el despido procedente con 20 días de indemización, participó también este domingo en la protesta contra el decreto ley aprobado por el Gobierno del PP.
Bajo el lema "No a la reforma laboral por ser injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", las manifestaciones transcurrieron sin incidentes, salvo algún pequeño enfrentamiento que se produjo en algunas zonas con los representantes del 15M o cuando alguien arrojó pintura contra los organizadores sindicales, que manchó levemente al secretario general de UGT, Cándido Méndez.
Madrid fue la capital con más afluencia de manifestantes (más de medio millón, según los convocantes, 50.000 según fuentes policiales), seguida de Barcelona (400.000 según los sindicatos y 30.000 según el Departamento de Interior de la Generalitat).
Durante la marcha, se oyeron gritos de "huelga general" y se exhibieron pancartas en las que se podían leer proclamas como "tu botín es mi crisis", "si no hay pan para el obrero no habrá paz para el empresario" o la que enarbolaban los representantes de la marea verde: "la educación no es gasto, es inversión".
Al término de la marcha, las representantes de las juventudes de CCOO y UGT, Cristina Bermejo y Silvia Sazatornil leyeron el manifiesto en el que se insistió en que la reforma no creará empleo y que su objetivo es colocar el mercado de trabajo al servicio de los empresarios. CCOO y UGT hicieron un llamamiento a los ciudadanos para tener una amplia "respuesta" a la reforma y advirtieron de que ahora se inicia un proceso "intenso y sostenido" de movilizaciones y de información. Al respecto, han instado a los ciudadanos a unirse a la movilización del 29 de febrero convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
No obstante, Toxo y Méndez subrayaron que con esta movilización no pretenden buscar la confrontación, sino corregir la reforma laboral y ofrecer un cauce a los ciudadanos para que se manifiesten contra la política de recortes y despidos que está imponiendo el Gobierno.
En Sevilla participaron 50.000 personas de acuerdo con CCOO y UGT, (20.00 según la Policía Local); en Murcia, 25.000 y en León 20.000. PSOE y IU han respaldado oficialmente las movilizaciones del domingo.
En Madrid, la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, explicó que los socialistas van a estar en la calle, en el Congreso y en todos los ámbitos para "parar" la reforma del PP, porque son los derechos de los trabajadores y los parados los que "están en juego". El coordinador general de IU, Cayo Lara, ha coincidido en que hay que parar "la locura del PP" porque puede traer 6 millones de parados si no se corrige.
En Madrid también participó, aunque no de forma oficial, el ex ministro de Trabajo Valeriano Gómez, mientras que la ex titular de Defensa Carme Chacón y el de Justicia Francisco Caamaño eligieron Barcelona y A Coruña, respectivamente, para expresar su repulsa.
Desde Sevilla, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó su respeto por las protestas, pero aseguró que la reforma es "justa, buena y necesaria" para España.