El aumento del IRPF comenzará a notarse en las nóminas de este mes y supondrá un recorte medio de 19 euros en los salarios, según los cálculos realizados por el colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). En un año, la rebaja de los salarios alcanzará una media de 222 euros, ya que afecta también a las pagas extra, ya sean independientes o prorrateadas en la nómina.
No obstante, la subida será progresiva y el impacto será mayor en las rentas más altas. De este modo, los más de nueve millones de asalariados que se encuentran en el primer tramo de base liquidable, equivalente a un sueldo medio de 682 euros mensuales, apenas se verán afectados por esta medida, ya que la retención sólo subirá unos dos euros al mes.
En cambio, el impacto comenzará a notarse de forma más clara entre los cinco millones de trabajadores con ingresos mensuales en el entorno de los 1.550 euros, cuyo recargo alcanzará ya los dos dígitos al rondar los 14 euros mensuales. Algo similar ocurrirá con casi dos millones de empleados del siguiente tramo, que cobran de media 2.370 euros mensuales, pues en su caso este recorte 'extra' se elevará hasta los 41 euros.
De este modo, la subida del IRPF aumentará conforme lo hagan los ingresos del trabajador, hasta llegar a un punto en el que aquellos en el tramo más alto, con una nómina media de 14.500 euros, deberán afrontar una rebaja de 1.350 euros mensuales.
El secretario general de los Técnicos de Hacienda, José María Mollinedo, explicó que el aumento de la progresividad de esta medida ha puesto sobre la mesa que un 83,7% del IRPF lo declaran los trabajadores, desempleados y pensionistas.
IRPF y rentas de capital
En este sentido, recordó que de los cerca de 5.357 millones de euros adicionales que el Gobierno espera recaudar con la subida del IRPF y de las rentas del capital, un 76,7% procederá una vez más de los trabajadores, pensionistas y autónomos, mientras que las rentas del ahorro tan sólo proporcionarán el 23,3% restante.
Por ello, Gestha propone como alternativas para cuadrar las cuentas públicas reducir en diez puntos porcentuales la tasa de economía sumergida, modificar el régimen de las Sicav y de las sociedades patrimoniales para evitar la elusión, suprimir el régimen de los impatriados y evitar la práctica de los directivos de traspasar una parte de sus altísimas retribuciones al Impuesto de Sociedades.
Asimismo, considera prioritario crear un nuevo tipo impositivo de las empresas para los beneficios a partir del millón de euros que tributarían al 35%. Es decir, el tipo nominal sería del 30% de los beneficios hasta un millón de euros y del 35% del resto de los beneficios a partir del millón.