El domingo pasado, la directora española Isabel Coixent protagonizó uno de los momentos más políticos de la gala de los premios Goya cuando salió a recoger el galardón a mejor Película Documental que le fue concedido por Escuchando al Juez Garzón, un pieza que retrata los tres procesos a los que ha sido sometido el juez y que ha sido duramente criticada en las redes sociales por considerarse una muestra de la politización de los Premios.
Escuchando al juez Garzón se impuso en su categoría a Morente, con el fallecido cantaor Enrique Morente como protagonista y dirigido por Emilio R. Barrachina; 30 años de oscuridad, de Olmo Figueredo González-Quevedo, Enrique Fernández Guzmán y Fernando Larrondo; y El cuaderno de barro. En alusión directa a la falta de méritos de la cinta, los internautas han pubicado cifras como la poca recaudación del documental y la escasísima taquilla que logró: unos 1.259 espectadores, es decir, 7.064, 19 euros.
Esto generó desconcierto y disgusto entre muchos, incluyendo al director al director onubense Manuel Hidalgo, quien lamentó que Academia de Cine haya "premiado más la política que las propuestas o valores cinematográficos" al optar por Escuchando al juez Garzón.
Además de los comentarios sobre la politización, abundann en las redes sociales las mordaces alusiones sobre el incidente del espontáneo que irrumpió en la gala justo en el momento en que Coixet debía dar sus palabras de agradecimiento.