España

El PP teme que sean Feijóo y Basagoiti los que paguen el castigo a Rajoy

Génova cree que las medidas del Gobierno no pasarán factura a Javier Arenas ni a Mercedes Fernández, pero alertan sobre el escenario de dentro de un año, cuando tengan lugar las elecciones gallegas y vascas. Los populares temen por el Gobierno de la Xunta gallega y el fin del experimento constitucionalista en el País Vasco.  

Génova cree que las medidas económicas que aborde el Gobierno, llámense ajustes o recortes, no pasarán factura a Javier Arenas en las elecciones andaluzas del 25 de marzo, ni tampoco a Mercedes Fernández en las asturianas. Es más, el PP cree tener también serias posibilidades de hacerse con el gobierno del Principado descabalgando a su antiguo secretario general Francisco Álvarez-Cascos. La pulsión de cambio, aducen, es demasiado fuerte en Andalucía, mientras que en Asturias no dudan de que el electorado pasará factura a Foro por el adelanto electoral. La preocupación en el cuartel general de los populares es a medio plazo, y tiene la mirada puesta en la doble consulta electoral de dentro de un año, esto es, los comicios autonómicos gallegos y vascos de marzo de 2013.

Para entonces de 2013, el Gobierno de Mariano Rajoy no sólo habrá destapado todas sus cartas de lucha contra la crisis, incluídos los presupuestos para este año y para el que viene, sino que habrá pasado un espacio de tiempo suficiente como "para que los ciudadanos esperen resultados por su sacrificio", aducen fuentes populares. Ahora mismo, "existe cierta mentalización en la sociedad de que es necesario abordar reformas estructurales", independientemente de la conflictividad social que se instale en la calle, contando además con que hace poco tiempo que los socialistas fueron desalojados del poder y todavía hay una identificación entre la situación actual y la herencia que han dejado.

Pero para cuando gallegos y vascos sean convocados a las urnas, Mariano Rajoy llevará algo más de un año al frente del Ejecutivo, por lo que la foto fija del momento sólo será atribuida a su ejecutoria. "A Alberto le van a votar por la gestión del Gobierno, por lo que esté pasando en Madrid", admite un miembro del Gobierno. Y es que perder Galicia sería un torpedo en la línea de flotación del PP, habida cuenta de que esta Comunidad es uno de sus grandes bastiones electorales y Alberto Núñez Feijóo dirigente fundamental de la etapa "marianista". Acaso, el consuelo que les queda en el cuartel general popular es el desmembramiento casi total de los socialistas, la duda de si de aquí a marzo de 2013 tienen alguna posibilidad real de recuperación.

"Urkullu en los brazos de Amaiur"

En cuanto al País Vasco, la presencia de Amaiur en esa liza electoral llena el escenario de incógnitas. En el PP admiten que firmarían mantener su actual representación, esto es, trece diputados ante un PSE que puede hundirse electoralmente. El futuro electoral del socialista Patxi López es bastante sombrío. El escenario postelectoral pasa por el PNV y un Amauir emergente. Desde el País Vasco no dudan de que Iñigo Urkullu --al que todos dan como seguro candidato a la Lendakaritza-- "se arrojará a los brazos de los abertzales" para formar un gobierno nacionalista, de modo que se cerraría el paréntesis constitucionalista en la presidencia de la Lendakaritza.

No son estos unos buenos augurios para los populares. No deja de ser paradójico que siendo Galicia el primer signo positivo que recibió el contestado liderazgo de Rajoy tras el congreso de Valencia de 2008, acabe convertida en símbolo de desgaste prematuro de los populares. Otra cosa es que para entonces Alfredo Pérez Rubalcaba haya acabado de recomponer los trozos del jarrón roto en que se ha convertido el PSOE.

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