Madrid es la ciudad española más endeudada, pero no hay de qué preocuparse. “El Ayuntamiento mantiene por segundo año la senda de estabilidad presupuestaria”, se jactaba ayer el equipo de Gobierno. “La liquidación del presupuesto 2011 presenta un resultado positivo de 145,9 millones de euros”.
Pero lo que el Consistorio presentó fue una maraña de datos que revelaban otra cosa: una deuda con los proveedores de, como mínimo, 1.017 millones de euros. Como mínimo: según cálculos de la oposición, ayer se hablaba de una cifra que oscilaría entre 1.035 y 1.333 millones. Tomando la cantidad más baja, los 1.017 millones, se trata de 357 kilos más que los 660 millones anunciados por el ex concejal de Hacienda Juan Bravo el pasado mes de octubre.
El desfase tiene su razón de ser: el pasado 24 de febrero el Gobierno central aprobó un Real Decreto por el cual la banca adelantaría 30.000 millones a las entidades locales para saldar la deuda que éstas tienen con los proveedores –solo 27.000 van destinados a la construcción-. El plazo para presentar las facturas se encuentra en su recta final, y los ayuntamientos que quieren saldar sus cuentas aprovechan para reconocer deuda que otrora nunca existió.
"Dudosa credibilidad"
Ayer el PSOE denunciaba escuetamente esta desproporción. “Con esta trayectoria, los datos que se ofrecen tienen dudosa credibilidad”, dijo el grupo socialista en una nota de prensa. La bancada que abandera Jaime Lissavetsky también acusó al equipo local de “facturas por valor de 316 millones que no han podido enviarse al Ministerio de Hacienda, por motivos que desconocemos”.
El legado del ex alcalde Alberto Ruiz-Gallardón a Ana Botella puede tener más plomo del que parece. En octubre de 2011, el actual subsecretario de Justicia, Juan Bravo, entonces responsable de la Hacienda municipal, aseguró que la deuda de la capital había pasado de 948 millones de euros a 661,4 gracias a la habilitación de la línea de crédito excepcional del ICO por parte del anterior Ejecutivo socialista. La realidad es que en tiempos de estrecheces y cuando se mira con lupa cualquier ejecución, la deuda de Madrid se ha hinchado sobremanera en menos de medio año.
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