Francisco Álvarez-Cascos salió ayer airoso del peligroso enredo que él mismo tejió, abocando a Asturias a un insólito bloqueo institucional durante meses. El ex número dos del PP y líder fundador de un partido (Foro Asturias-Ciudadanos, FAC) que porta sus mismas siglas perdió votos y escaños con relación a los comicios de hace diez meses; pero el pacto con los populares, que parece probable, le permite conservar el bastón del Principado. El PSOE gana, pero con una mayoría insuficiente (32%, 16 escaños) como para amarrar el poder. El avance de IU (13,80%, cinco escaños) y de UPyD (3,76%% y un escaño, el primero en Asturias para esta formación) no logran inclinar la balanza en esta comunidad.
Los 13 escaños de FAC (24%) y los 10 del PP (21%) suman 23, justo los necesarios para la mayoría absoluta. El Foro y el PP repiten, así pues, el resultado de mayo de 2011. Pero entonces, las dos rivalizaban frontalmente, pues una nacía tras una ruptura con la otra causada precisamente por la promoción de Cascos dentro del PP asturiano. Buena parte del electorado astur todavía cree en el veterano líder, que pierde tres diputados. Pero el afán de Cascos por hundir al partido del que fue secretario general durante diez años le ha condenado a entenderse con él.
Cuando el recuento ya no concedía dudas, el presidente de Asturias compareció ante los medios. “Entendimos que este era el mejor camino para superar la parálisis política e institucional”, señaló en una breve aparición. La realidad es que apenas diez meses después no hay cambios notorios en el tablero de ajedrez. PSOE e IU ganan uno, el Foro pasa de 16 a 13 y el PP no se mueve. Solo la entrada de UPyD, que por momentos pareció ser el juez de la noche, parece reseñable.
Un PP limpio de 'anticasquistas'
Lo cierto es que Francisco Álvarez-Cascos ha aprobado su propia reválida para continuar al frente de las Juntas Generales. Las elecciones parecen haber sido, en parte, un capricho suyo: fueron convocadas por la imposibilidad del Foro y PP, que gobernaban juntos, por acordar unos presupuestos y dejan la relación de fuerzas tal y como estaba. Si acaso, que el PP se ha avenido a presentar una lista electoral limpia de anticasquistas empezando por la candidata Mercedes Fernández, Cherines, antigua colaboradora y amiga del ex mano derecha de Aznar.
A nivel nacional, las elecciones autonómicas en Asturias son de difícil interpretación. Difícilmente Rajoy puede sacar pecho: el PP, que no se mueve tras el desplome de 2011, no saca tajada del convulso periodo casquista. IU consolida su tercera posición con un resultado más que digno. UPyD vuelve a ser revelación. El PSOE puede proclamar con la boca pequeña la victoria, pero sin el respaldo que tuvieron el último decenio en el territorio astur. Y Cascos vuelve a ser el dirigente que dio la mayoría a la derecha asturiana, una región históricamente progresista.
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