Iban a ser los comicios adelantados que servirían para respaldar el proyecto de Francisco Álvarez-Cascos y al final fueron justo lo contrario: las elecciones autonómicas asturianas del domingo 25 de marzo liaron todavía más la madeja, tensaron las relaciones de fuerza y, por si fuera poco, incorporaron a un partido que antes no estaba al arco parlamentario regional. Ese partido es UPyD y será el juez que decida el Gobierno.
Dos opciones son ahora imaginables, después de que el casquista Foro Asturias-Ciudadanos (FAC) perdiera en el voto emigrante el escaño que le impide gobernar junto al PP: una por la derecha (FAC 13, PP 10 y UPyD 1) y otra por la izquierda (PSOE 17, IU 5 y UPyD 1). Ambas suman 23, el techo para lograr mayoría absoluta. Pero Ignacio Prendes, el candidato de la formación rosa en el Principado, tiene otra idea, que ayer planteó al socialista Javier Fernández, ganador de los comicios: un “gobierno de concentración” entre PP y PSOE que sumaría 27 escaños, cuatro más de los necesarios.
La propuesta, que, cuando menos, es difícil de imaginar a pesar de la experiencia en el País Vasco, tiene otra lectura. Básicamente, excluye a FAC del futuro Ejecutivo autonómico, lo cual no es moco de pavo: gracias al diputado nacional de Cascos, Enrique Álvarez Sostres, UPyD pudo formar grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados. Después, Álvarez Sostres volvió al Grupo Mixto con la sensación de haber hecho un favor. Un favor no devuelto, por el momento.
Un gabinete de unidad
“En este momento tan crítico, Asturias necesita un Gobierno con la mayor base posible", resaltó ayer Prendes. Aferrándose a un gabinete de unidad ante la crisis, UPyD evita así definirse. Por lo pronto, el partido liderado por Rosa Díez ya ha avisado de que no va a formar parte de ningún Gobierno.
Cascos, por su parte, sí quiere entrar en el Gobierno. Y quiere hacerlo a través del pacto natural FAC-PP-UPyD, una vez que las aguas entre el Foro y los populares se ven menos revueltas. El ex secretario general del PP (“general-secretario”, como le llamaban) ya ha dicho que pasará a hacer "propuestas concretas que vinculen de manera explícita" y que no dejen "margen a ningún tipo de desconfianza".
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