Hace unas semanas, circular por la autopista A-636 entre Beasain y Bergara era una actividad gratuita, pero ha dejado de serlo. El País Vasco ha instalado el primer tramo de carretera de pago por uso y ya está operativo, tal y como recoge la Norma Foral 4/2020 del 6 de noviembre. Supone la antesala de lo que está por venir, ya que el Gobierno, a través del Ministerio de Fomento, pretende que todas las autovías españolas utilicen este sistema.
Usted, lector, pensará: un peaje más. Pero no es así, ya que no existen los clásicos arcos en los que se abona una cantidad. En su lugar hay unos pórticos denominados 'Free Flow' en varios puntos de la autopista que detectan la matrícula y cobra de manera automática una cantidad en función de la distancia recorrida. Para que este pago sea automático, los residentes de Guipúzcoa pueden adquirir un dispositivo Abiatu, que comercializa Bidagi, la empresa que gestiona esta autovía.
Para los no residentes, es necesario registrarse en su web para introducir la matrícula del vehículo y una cuenta bancaria asociada. La ventaja de los usuarios de Abiatu es que tienen descuentos y promociones, algo de lo que no se benefician los usuarios de otras provincias. En caso de no hacer ninguna de estas dos operaciones, el propietario del vehículo recibirá una notificación en casa con el importe del recorrido efectuado y un recargo del 20% por gastos de gestión. Si dos meses después el conductor no ha abonado la cantidad correspondiente, Bidagi le denunciará.
Tal y como contamos en Vozpópuli, esta autopista utiliza el mismo sistema que emplea Portugal en varias de sus carreteras más importantes del país y según ha podido sugerir el Gobierno en alguna ocasión, es el método favorito para implantar en España, aunque la posibilidad de instalar un sistema de viñeta se mantiene sobre la mesa. Sea cual sea, lo sabremos pronto, a lo largo de este primer trimestre de 2022.
En la autopista A-636, todos pagan menos las motos
Aunque el Gobierno ha utilizado como lema para su defensa del pago por uso aquello de "quien contamina paga", esto es algo que se ha aplicado en la A-636: aquí pagan todos los vehículos de cuatro ruedas. Los únicos que se libran de pagar son las motos.
Esto, a priori, será diferente cuando se implante este sistema a nivel nacional. La idea original es que los coches menos contaminantes paguen menos y que los eléctricos, directamente, no paguen. En este caso, la distinción va en función del peso de cada vehículo y divide su lista de tarifas en tres opciones: coches, furgonetas y vehículos ligeros, pesados entre 3,5 y 12 toneladas y pesados superiores a 12 toneladas.
Atravesarla por completo en coche o furgoneta cuesta 2,53 euros, mientras que los camiones menos pesados tienen que abonar 4,11 euros y los pesados de gran tonelaje 5,15 euros.
Que España utilice el peso de los vehículos para gravar su uso también es una posibilidad, ya que en muchas ocasiones, a la hora de defender el modelo de pago por uso, se ha argumentado que el transporte por carretera es lo que más desgasta el asfalto. De hecho, José Luis Ábalos durante su etapa en el Ministerio de Fomento llegó a plantear que solo pagasen autocares y camiones. Decida lo que decida el Gobierno central, la realidad es que la A-636 servirá como 'piloto' para comprobar el funcionamiento de este método.
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