José Luis Ábalos controlaba hasta el más mínimo detalle de su ministerio. Con su mano derecha y asesor Koldo García manejaba hasta la seguridad del complejo. Uno de sus cambios fue poner al frente de este área a Rubén Eladio, un inspector de Policía Nacional "muy próximo": "Nadie le tosía", aseguran fuentes policiales a Vozpópuli. Su objetivo era claro: que no se produjeran filtraciones, en concreto, de su reunión en Barajas con la número dos del régimen chavista, Delcy Rodríguez en lo que fue denominado como el Delcygate, un polémico encuentro que se produjo solo días antes y que fue destapado por este medio.
Al frente de la seguridad del Ministerio de Transportes de Ábalos se encontraba el coronel de la Guardi Civil Ignacio Alcázar que ocupaba el cargo de director de la Unidad de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis. Llevaba en el cargo desde 2012 y se había ganado el respeto de los trabajadores de la infraestructura.
La experiencia de este coronel era tal que impartía hasta seminarios de seguridad aeroportuaria debido a su experiencia en el Servicio de Costas y Fronteras de la Dirección General de la Guardia Civil. Sin embargo, poco después de que la vicepresidenta de Maduro se encontrase en Barajas con el ministro Ábalos -al que llevó al aeropuerto el propio Koldo-, de forma abrupta y por sorpresa, el ministro decidió relevarle de su puesto y poner en su lugar a un amigo de su hombre de confianza.
"Nadie le tosía"
Ábalos decidió designar en el cargo al inspector de la Policía Nacional Rubén Eladio. Un funcionario que formaba parte del círculo de confianza de Koldo García. A sus espaldas llevaba la investigación del pequeño Nicolás y también distintas actuaciones de su paso por Asuntos Internos -acostumbrado por tanto a trabajar con total discreción informaciones 'difíciles'. Un agente afín al Gobierno de Mariano Rajoy que cambió de bando con la aparición en la escena pública del famoso comisario Villarejo.
La figura de Rubén Eladio fue clave en la seguridad del Ministerio. Con este nombramiento, Ábalos y Koldo se aseguraban tener en un puesto vital a este agente afín que buscaba frenar cualquier filtración de lo sucedido en el aeropuerto entre el ministro y la vicepresidenta de Maduro, el llamado caso Delcygate.
Eladio fue el encargado de dar la orden de que los guardias civiles no entraran con sus armas en la sede del ministerio en Nuevos Ministerios. Una decisión polémica que le puso en el foco de los agentes. "Nadie le tosía y menos cuando Ábalos era ministro", aseguran fuentes policiales consultadas por este medio. Estas fuentes desligan a Eladio de la actual trama Koldo de las comisiones y de su posible investigación por estos hechos. "No estaba en las reuniones", afirman.
La designación de Rubén Eladio no dejó indiferente a los partidos de la oposición. Los diputados del PP José Ignacio Echániz y Ana Belén Vázquez presentaron en el Congreso una batería de preguntas al Gobierno para que explicara por escrito "los criterios" para su nombramiento. "¿Podría tratarse, como señala la prensa, de un intento de silenciar cualquier fuga de información respecto al caso Delcygate?", preguntaron los diputados al Gobierno de Pedro Sánchez.
Eladio salió de la escena mediática tras un accidente
La salida de Ábalos del Gobierno en julio de 2020 no llevó consigo la marcha de Eladio de su puesto. Mantuvo el cargo con la llegada de Raquel Sánchez. Sin embargo un trágico suceso cambió sus planes. En noviembre de 2023 sufrió un grave accidente surfeando en la playa de San Lorenzo, en pleno centro de Gijón.
Al parecer este agente de Policía se cayó de la tabla y sufrió un duro golpe en la columna vertebral. Afirmó no sentir las piernas y fue trasladado con pronóstico muy grave hasta un centro sanitario. Después de meses de ese suceso, Vozpópuli ha podido conocer que, hasta la semana pasada, se encontraba ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
Un calvario que le obligó a dejar su puesto para recuperarse de las lesiones sufridas en Asturias. Con su salida del panorama mediático el silencio llegó al caso de Delcygate. Presumiblemente, si las partes lo consideran, sí que tendría que acudir a declarar por la presunta trama corrupta de Koldo.
Los entresijos del ministerio de Ábalos
Nadie como él conocía los entresijos del ministerio donde presuntamente se desarrollaron las acciones delictivas. Es más, el Ministerio de Transportes descartó en agosto cualquier vínculo con dos de los principales contratos de mascarillas del 'caso Koldo'. El departamento delegó por escrito la tramitación de estos contratos en Puertos del Estado y en Adif, pese a que la Fiscalía Anticorrupción apunta al órgano que entonces dirigía José Luis Ábalos como la puerta de entrada a la Administración Pública de la empresa de la trama.
"En el periodo considerado no se tramitó procedimiento de contratación por parte del Ministerio para el suministro de mascarillas del Covid-19 y en consecuencia no se recibieron ofertas", reza un escrito de Transportes al que ha tenido acceso Vozpópuli. El mismo se emitió el 1 de agosto del pasado año, fecha en la que Anticorrupción ya tenía preparada su querella contra siete personas, dos de ellas exempleados de este Ministerio.
Es más, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que el departamento que entonces dirigía Ábalos fue la puerta de entrada de Soluciones de Gestión a través de la cual logró hasta nueve contratos con el Ejecutivo (dos con Transportes, uno con Interior, cuatro con Canarias, uno con Baleares y otro con Sanidad). De hecho, actúa contra el exasesor del político socialista, quien fue el que dio el chivatazo de que se iba a abrir "de forma inmediata" los procesos de adjudicación de contratos covid.
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