Sólo hay que asomarse a la cuenta de X de Javier Milei para rondar el personaje. El presidente de la Argentina tuitea y retuitea desde la Casa Rosada a un ritmo tan frenético, febril, que haría desfallecer al mismísimo Óscar Puente. Hablamos de contenidos que, a menudo excéntricos, escritos en mayúsculas o hirientes con el zurderío [como Milei llama al progresismo], están muy alejados de un perfil institucional. Desde el domingo, cuando tildó de "corrupta" a la esposa de Pedro Sánchez desde una convención internacional organizada por Vox en Madrid, la escaramuza diplomática con el presidente del Gobierno ha copado su timeline. Y desde el entorno de Santiago Abascal avisan: "No va a parar". Es decir, no será Milei quien bajé el suflé de una crisis diplomática que, por ahora, ha enviado a la embajadora española en Buenos Aires de vuelta a casa.
Como ha podido saber Vozpópuli, y para deleite del líder de Vox, así se lo ha hecho saber el propio Milei a Abascal. Eso sí, el presidente argentino está más que "sorprendido" con la drástica reacción de su homólogo español, contra quien –sabedor de lo mucho que lo irrita– no cesa de lanzar mensajes provocadores cada vez que tiene ocasión. Una situación surrealista, habida cuenta de los protagonistas. El diagnóstico es compartido por Vox y PP; y la frase cosechada a partir de sendas fuentes con mando en plaza en ambos partidos, idéntica: "A Sánchez se le está yendo de las manos".
"El complejo de inferioridad que tiene Pedro Sánchez frente a mi persona es, digamos... El psicólogo que está recomendando a Alberto Fernández [expresidente peronista], que se lo recomiende a Pedro Sánchez, para que madure [sic]", dijo este miércoles Milei en la televisión argentina LN+. "Y que le recomiende también un buen abogado para Begoña [Gómez], porque ya tiene un montón de causas donde está sospechada de tráfico de influencias", incidió El Loco, apodo con el que lo bautizó su biógrafo, Juan Luis González, en un libro publicado con ese mismo mote, porteñísimo, en 2023.
"No hay quien le gane"
Lo cierto, no obstante, es que Begoña Gómez no tiene "un montón de causas", sino una investigación abierta en el Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid por presunto tráfico de influencias y corrupción en el sector privado en el que pudo incurrir por sus conexiones con empresarios que, posteriormente, fueron beneficiados económicamente por decisiones tomadas por el Consejo de Ministros que preside su marido. Pero no será Milei quien afine el tiro, al menos, mientras Sánchez entre al trapo. Porque ahí, en su hábitat, dicen en Bambú, "no hay quien le gane". El presidente del Gobierno, entre tanto, a 10.000 kilómetros de distancia, hablaba en su comparecencia en el Congreso de la existencia de una "internacional ultraderechista".
Todo lo sucedido a uno y otro lado del charco es comentado por Abascal y Milei a través de canales de mensajería instantánea. El contacto es permanente. "Cuando nadie me quería, el único que me abrazó fue Santiago Abascal. Por tanto, era imperativo moral participar en el evento, pues además es un gran amigo, un gran ser humano", dijo de Abascal el líder de La Libertad Avanza el pasado viernes, ya aterrizado en Madrid, durante la presentación en un foro de La Razón de El Camino del Libertario (Deusto, 2024), obra del presidente argentino. Una biografía que el líder de Vox intercambió con el presidente argentino por uno de sus libros autobiógraficos, No me rindo (La Esfera de los Libros (2014), escrito al alimón con el periodista Gonzalo Altozano.
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