Cuenta atrás para que Vox presente su moción de censura contra Pedro Sánchez. El partido está ultimando el escrito que dirigirá a la Mesa del Congreso antes de que termine septiembre. Se comprometió a ello en verano, pero el día del calendario aún está en el aire. Santiago Abascal, que buscaba aspirantes capaces de lograr consenso, comienza a asumir su rol como candidato a la Presidencia del Gobierno.
La puerta de su despacho continúa abierta al resto de diputados. Pero pocos la han cruzado. Lo atribuye al "ambiente de sectarismo". "A día de hoy no hay otra alternativa a que sea yo quien lidere esa moción de censura", reconoce en una entrevista concedida 'Vozpópuli'.
Insiste Abascal en que su ánimo será el de convocar elecciones. Y niega que nadie se haya sido capaz de acepar el reto de liderar la moción. "Tenemos que ser respetuosos y prudentes con las personas que se han ofrecido, pero quizá no eran las personas mas adecuadas", asegura.
El dirigente de Vox rechaza la idea de que su maniobra termine fortaleciendo a Sánchez en caso de no prosperar. No le importa, dice, asumir el liderazgo ni el desgaste de la misma.
"Esta moción no es para instalarnos en el poder. Es muy inverosímil que logremos el apoyo de algunos diputados de la Cámara, aunque no tiramos la toalla hasta el último momento. Lo que queremos es devolver la voz al pueblo español y que este pueda manifestarse en las urnas", sostiene.
Estamos a mediados de septiembre, ¿por qué no han presentado aún su moción de censura?
En realidad hemos sido muy precisos. Dijimos que presentaríamos la moción en septiembre y es lo que estamos haciendo. Tenemos fecha: tenemos mes. El día lo estamos decidiendo. Estamos elaborando el documento de presentación y estamos manteniendo interlocución.
Aunque es verdad que yo estoy disponible para liderarla, también estoy abierto a que haya otro candidato que pueda concitar un mayor consenso. Estamos apurando los plazos lo máximo posible porque tenemos la mano tendida.
Seis meses después de la declaración del estado de alarma, la pandemia sigue marcando el día a día de los españoles, ¿cree realmente que es el momento idóneo para recurrir a esta herramienta?
Nosotros hacemos el análisis contrario. Cada día que pasa en esta situación de epidemia y de crisis económica con este Gobierno de socialistas y comunistas al frente y que se apoyan en separatistas, España va a peor. Creemos que es urgente que se plantee una moción de censura al peor Gobierno que se ha producido en toda la democracia y que los españoles puedan volver a votar.
Pero los españoles ya votaron...
Los españoles, y este es nuestro punto de partida, fueron engañados en las elecciones. Pedro Sánchez dijo de una manera sistemática, indubitada, sostenida e, incluso riéndose de lo españoles, que no iba a pactar con Unidas Podemos. Dijo que no pactaría con los comunistas y que no presidiría un gobierno apoyado por separatistas y, menos aún, por los herederos de los terroristas.
Eso lo dijo hasta el viernes antes de las elecciones y el lunes anunció lo contrario. Es de una gravedad extraordinaria. Mentir, por desgracia, no es ilegal. Pero es totalmente ilegítimo engañar al pueblo y por eso decimos que este Gobierno es ilegítimo. Este es uno de los motivos para la moción de censura. A la mentira inicial de Pedro Sánchez se han ido sumando otras muchas mentiras en relación con la epidemia.
Ustedes plantearon la moción contra Sánchez para septiembre y aún siguen sin confirmar candidato. Muchos analistas hablan de fallo de cálculo político. ¿Fue un anuncio precipitado? ¿Temen que el debate de los presupuestos pueda adelantarse y arrinconar la moción?
A nosotros no nos importan mucho los análisis que hagan sobre nosotros ni la imagen que demos. Creemos que nuestro relato es coherente. En junio ya anunciamos la posibilidad de una moción de censura. Interpelamos al Partido Popular. Si ellos no lo hacían, lo haríamos nosotros.
No podíamos concluir el periodo de sesiones sin presentarla. La moción se va a presentar en septiembre. No habrá sorpresa, no habrá contradicción. Se debatirá cuando decida el Congreso de los Diputados. Pueden querer correr o retrasarla en función de sus intereses políticos y mediáticos, pero nosotros estamos muy tranquilos. Estamos dispuestos al debate en la primera semana de octubre, noviembre o diciembre. No nos importa que quieran jugar con los plazos.
No obstante, no es lo mismo presentar una iniciativa de este tipo contra un Gobierno sin presupuestos que con presupuestos, ya sea con el apoyo de Ciudadanos o con ERC...
Yo creo que no. Creo que esa idea que se ha consolidado en los círculos políticos y mediáticos está muy alejada de lo que sienten los españoles en la calle.
El hecho de que haya presupuestos en los próximos meses no va afectar directamente a los problemas concretos que tienen muchos españoles con los ERTE, con la inseguridad en sus barrios, con la entrega del poder a los separatistas... No nos da miedo enfrentarnos a un Gobierno con presupuestos o sin ellos. El Gobierno va a tener una moción de censura porque nunca ha sido tan justificada.
¿Cree que Sánchez logrará sacar las cuentas adelante?
Sánchez va a hacer lo que sea por tenerlos porque no tiene escrúpulos. Con la moción de censura no estamos denunciando una cosa menor. Estamos ante un Gobierno en manos de las mafias. Este es un Gobierno en manos de una mafia corrupta que es el PSOE con la compañía de sindicatos como UGT.
Es un Gobierno en manos del narcotráfico con las conexiones internacionales de Podemos. Está en manos de mafias de la inmigración ilegal, de okupas, de terroristas y de golpistas. Es el peor Gobierno que pueda tener España. Y nosotros queremos un Gobierno que defienda los intereses generales de los españoles.
La moción no es para que Vox se instale en el poder. Es muy inverosímil que logremos el apoyo de algunos diputados de la Cámara, aunque no tiramos la toalla hasta el último momento. Queremos devolver la voz al pueblo español y pueda manifestarse en las urnas.
Con un Gobierno como el que usted describe y en un contexto en el que España es uno de los países más afectados por la pandemia, ¿por qué cree que ningún candidato de consenso ha llamado a la puerta de su despacho?
Que no haya llamado ningún candidato a nuestra puerta no es cierto. Tenemos que ser respetuosos y prudentes con las personas que se han ofrecido, pero quizá no eran las personas mas adecuadas. Nosotros hemos estado valorando a otros candidatos y, a día de hoy, no hay otra alternativa a que sea yo quien lidere esa moción de censura. Insisto: con el ánimo de convocar elecciones.
España vive en el sectarismo ideológico en los últimos tiempos y creemos que la Ley de Memoria Histórica tiene mucho que ver en eso. Algunos quieren une Memoria Histórica parcial y no quieren que recordemos la historia del PSOE. Pero habrá que ponerla encima de la mesa. No vamos a permitir que se nos arrebate la libertad de expresión ni la libertad de pensamiento como pretende Irene Montero.
Ese ambiente de sectarismo hace que sea difícil traspasar las líneas del adversario y conseguir que en este contexto de crispación haya candidatos dispuestos a exponerse públicamente. Nosotros lo comprendemos.
¿Comprendió entonces las razones que le dio Pablo Casado para no apoyar la moción?
Nosotros creemos que el Partido Popular se precipitó manifestándose en contra de la moción. Hizo lo contrario de precipitarse, ha sido demasiado cobarde al no presentarla. No asumieron esa obligación como segundo partido y la tuvo que asumir el tercero.
¿Apoyaría Vox una comisión de investigación sobre la 'operación Kitchen' en el Congreso como respuesta a la falta de apoyo a la moción?
Nosotros no actuamos en política desde la vendetta. No vamos a tomar una decisión en función de lo que el PP haga con la moción. Son dos asuntos totalmente diferenciados. Pensamos que estamos ante una nueva trama de corrupción y son los tribunales los que la tienen que investigar.
No obstante, desconfiamos de las comisiones de investigación en el Parlamento porque se han convertido en herramientas de acoso y derribo entre partidos y, al final, no se controla al Gobierno, si no a la oposición. No hemos tomado una decisión y la tomaremos en los próximos días.
Creemos que el PP actúa desde el miedo al PSOE, a China, a Soros, al duopolio de Atresmedia y Mediaset, al Grupo de Puebla y a El País/Banco Santander. Y Vox no tiene miedo.
¿Hay contactos con el PP más allá de Casado? ¿Hay otros diputados más sensibles a la moción?
Realmente nosotros no estamos buscando que un grupo de diputados concretos del Partido Popular traicionen la disciplina de grupo. Queremos que todos los diputados de todos los grupos se planteen la moción como algo personal.
No la hemos presentado para que el PP se retrate. Nos estamos dirigiendo a los 350 diputados de la Cámara. No es una táctica dentro de un electorado concreto. Estamos recibiendo el respaldo de muchos españoles que habían votado fuerzas antagonistas.
Si finalmente asume la candidatura, ¿tendrá la sensación de que no ha sido capaz de lograr otra figura de consenso?
Sería cierto que no hemos convencido a otro candidato más allá de aquellas personas que están en nuestra órbita de pensamiento. No nos importa asumir el liderazgo de la misma ni el desgate de la presentación de esa moción de censura.
No la representamos por hacer un agujero a otro partido político. Igual nos hace perder votos, pero no nos importa porque es el Gobierno que más la merece en toda la democracia.
¿En qué beneficiaría a los españoles la convocatoria de otras elecciones más? ¿Serviría para sacarles del bloqueo político?
Confiamos en el pueblo español. Los españoles han sido engañados y lo saben. Creemos que unas elecciones les permitirían decidir si aceptan esa mentira o no.
¿Manejan alguna encuesta sobre futuras elecciones?
No tenemos datos, tenemos convicciones. No es lo que nos mueve. Nos mueve hacer lo correcto y a veces hacer lo correcto te puede hacer perder votos. Pero nadie puede convencernos de que mentir al electorado como ha hecho Sánchez está bien.
En la ronda de contactos con los líderes de otros partidos, Sánchez priorizó a Ciudadanos. A los pocos días les volvió a enmarcar en la foto de Colón. ¿A qué cree que responde ese giro?
Los españoles se han manifestado con claridad en contra del veletismo en política. El gran desastre electoral de Ciudadanos tuvo que ver con ser percibido como un partido que actuaba de una manera impredecible y eso le ha hecho estar a punto de desaparecer. Parece que está perseverando en esa idea y lo lamentamos.
Ustedes son la tercera fuerza parlamentaria, pero no les llamó...
Casi lo celebramos. No nos sorprende. Quien ha elegido como socios a Bildu, quien da pésames a etarras, quien pacta con separtistas y quien se echa en brazos de Iglesias no puede pretender recibir el apoyo de Vox. No nos sentimos más agraviados de lo que estamos por no haber sido llamados.
No vamos a lloriquear, pero sí vamos a denunciar la demonización sistemática hacia Vox por parte de las dos alas del Gobierno. El baldón de la "extrema derecha" ha sido sostenido de manera machacona como un martillo pilón. Se nos quiere expulsar del juego político. Los escraches contra Vox están organizados.
¿Por quién?
Han sido impulsados y permitidos por el Gobierno. No nos permiten lanzar nuestro mensaje político. Nos ha pasado en muchos sitios de España y va a ocurrir en Cataluña. En cambio, nadie impulsa escraches contra el Gobierno. Son increpados de manera espontánea y no son capaces de salir a la calle. A nosotros esto no nos ocurre salvo que esté planificado.
Este lunes presentaron el sindicato Solidaridad. ¿Con qué objetivo nace?
El sindicato Solidaridad no lo crea Vox. Lo apoyamos porque no renunciamos a la fuerza que tenemos como tercera fuerza parlamentaria. Hemos detectado que hay muchos simpatizantes de nuestro partido que son trabajadores por cuenta ajena o autónomos y que no se han sentido representados por los sindicatos tradicionales.
Hay muchos obreros y trabajadores en fábricas y empresas que son anticomunistas y estaban atrapados en UGT y CCOO. Piensan que el comunismo trae ruina, muerte y falta de libertad y, sin embargo, tenían que militar ahí para tratar de que les defendieran. La acogida de Solidaridad ha sido extraordinaria: va a ser determinante en la historia de España.
Ese abrazo de Vox a las pymes y autónomos, sumado a los ataques al Ibex35, con Ana Botin en el centro de la diana, suenan al Podemos de los primeros años...
Nosotros lo que hacemos es defendernos y defender los intereses de los españoles. Resulta que hay un banco que tiene una filial y que el presidente de esa filial es el presidente del Grupo Prisa. Prisa se dedica a demonizar a Vox y a pedir un cordón sanitario y no dicen ni pío de Podemos. Es más que significativo. Si pretenden que nos callemos, no vamos a hacerlo. Vamos a señalarles.
¿Y por qué cree que no dicen nada contra Podemos?
No lo sabemos. Pero Vox se ha convertido en el muñeco del pim, pam, pum. No salimos a defender a Abascal, a Espinosa de los Monteros o a Ortega-Smith, salimos a defender a muchos españoles que se sienten agredidos por el diario El País. Que digan en un editorial que no se puede tratar a Vox como un partido normal cuando defiende la Constitución y no a los que han apoyado a terroristas. ¡Ya está bien! Vamos a defender a las personas que representamos con toda vehemencia.
La semana pasada aseguró que el de Sánchez era el peor Gobierno en 80 años. Echando la vista atrás también aparece la dictadura de Franco...
Lo que hemos dicho es que desde la Guerra Civil ningún gobierno ha provocado una mayor destrucción del PIB; ningún gobierno nos ha llevado a las cotas de deuda pública que tenemos y ningún gobierno nos ha llevado a una mayor división territorial ni a pactar con terroristas y separatistas. Es una verdad como un templo.
¿Que alguno quiere profundizar sobre el debate sobre libertades? Pues evidentemente, no había libertades políticas, pero yo no voy a debatir sobre las libertades políticas del régimen de Franco. Nací en el año 76, quiero debatir sobre las libertades políticas que tenemos ahora y que nos está arrebatando este Gobierno.
No tenemos miedo a entrar en ese debate de fondo. Estamos muy contentos porque hay millones de españoles que gracias a esa afirmación se han sentido amparados y están debatiendo sobre si efectivamente este es el peor Gobierno en 80 años. Por pensar que lo es, no se es franquista.
¿Qué hubiese cambiado con respecto a la gestión de la pandemia si Vox hubiese estado en el Gobierno?
Lo primero es que no habríamos mentido ni ocultado los datos antes del 8-M. No nos habríamos escudado en las CCAA y hubiésemos tomado el control. Se ha demostrado que no funcionan. Eso habría sido suficiente para no estar a la cabeza de los países en tasa de mortalidad por habitante. Somos campeones en eso y en tener el confinamiento más severo y contracción del PIB.
No se puede hacer tan mal, no es casualidad. Tiene que ver con que tenemos un Gobierno en manos de las mafias y de los enemigos de España. Todos los gobiernos han enfrentado una situación novedosa, pero por desgracia el nuestro es el peor.
A diferencia de País Vasco y Galicia, en Cataluña Vox sí ha presentado un candidato a la presidencia. ¿Qué resultados esperan?
Creemos que vamos a tener un resultado muy por encima de las encuestas. Vamos a superar al PP y a Ciudadanos, al que ya habíamos superado en las elecciones generales. A día de hoy tenemos dos diputados por Barcelona y nuestro objetivo es tener representación por las cuatro provincias.
El crecimiento de Vox en el último año ha desembocado en varias guerras internas a
nivel provincial. ¿Cree que las elecciones que han convocado servirán para poner fin a su modelo de gestoras y a esos conflictos?
Las elecciones nunca sirven para poner fin a los conflictos: ni a nivel de país ni a nivel de provincias. La democracia implica discusión y debate. Quien piense que van a terminar se equivocan porque los partidos se hacen con personas y no con ladrillos. Tenemos que asumir el disenso. Ojalá los candidatos que sean derrotados sean capaces de integrarse y asumir el liderazgo de otros.
El que fuera candidato a la presidencia de Andalucía, el juez Francisco Serrano, lamentó recientemente que desde que Vox pisó moqueta se estableció un sistema férreo desde Madrid. ¿Tienen margen de maniobra los dirigentes provinciales?
Algunos igual necesitan un control más férreo que los demás...
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