España

El sector duro 'abertzale' gana terreno en su pugna contra Bildu y Otegi

El ámbito sindical y el estudiantil, las asambleas locales o incluso los estadios de fútbol son algunos escenarios donde se libra el pulso entre ATA y los herederos de la vieja Batasuna 

La línea dura de la izquierda aberztale, enfrentada desde hace años al sector oficial que encabeza Arnaldo Otegi, ha redoblado la pugna interna en el mundo independentista con la creación de estructuras propias o acaparando espacios de influencia. Según informan a 'Vozpópuli' fuentes conocedoras de estos movimientos, “la pelea ya es barrio por barrio y calle por calle” y el sector disidente ha logrado adentrarse en esferas históricamente bajo el control del sector oficialista que representa Bildu.

Esta corriente díscola surgió tras el debate que derivó en el cese de la violencia de ETA. Cuajó en torno a una plataforma llamada Amnistia Ta Askatasuna (ATA). Proyectaba un mensaje radical frente al oficialismo de los herederos de la histórica Batasuna, de nuevo en las instituciones. En su comunicado fundacional, emitido en 2014, ATA hacía suya la "reivindicación histórica de Euskal Herria" y llamaban a "autorganizarse" frente a la "confusión" y la "pérdida de discurso". 

Entre otras cosas, reprochaban a Otegi y sus seguidores haberse olvidado de los cientos de presos que aún permanecían en cárceles de España y Francia. Los enfrentamientos internos se limitaban a guerras de carteles en las calles o en las fiestas patronales. Cada sector convocaba sus propias iniciativas y concentraciones por separado. A veces, hasta se contraprogramaban. Algunos presos de ETA, disconformes también con la línea de Sortu, decidieron sumarse a ATA. 

Un miembro de ATA hace una pintada en la pared

Los portavoces de ATA se presentan a cara descubierta en manifestaciones o incluso en entrevistas ante los medios de comunicación. Dos de ellos son Sendoa JuradoZiortza Fernández. "Hay algunos presos que no están de acuerdo con nuestros postulados y así nos lo han manifestado. Hay otros reclusos que pueden estar incluso cansados de este asunto. Y, por último, hay otros que nos apoyan porque así nos lo han hecho saber”, relataron en 2017 al diario Deia. Añadieron que, entre sus seguidores, hay más de los que lo han hecho público, pero afirman que nunca revelarán sus nombres.

La histórica disciplina férrea en torno a la vieja Batasuna y el hecho de que estos disidentes fuesen una minoría hizo que la cuestión mereciese la atención de las fuerzas de seguridad pero no una especial preocupación. En todo este tiempo, no ha habido ninguna operación policial contra ATA o sus miembros. Pero la pugna ya va más allá de cruzarse reproches en comunicados o poner los carteles de unos encima de los otros.

Nuevo sindicato

Las fuentes consultadas advierten sobre la creación de un nuevo sindicato, de momento circunscrito a Bilbao, llamado a robarle espacio al histórico sindicato abertzale LAB. Esta nueva plataforma se denomina Langile Autodefentsa Sarea (Red Obrera de Solidaridad) y su nacimiento se dio a conocer en los canales habituales del sector disidente. En su comunicado llaman a posibilitar “la lucha y un imaginario colectivo donde el relato sea un relato de lucha y confrontación”. 

Pero donde se están generando las mayores tensiones son en el ámbito juvenil y estudiantil. El sindicato Ikasle Abertzaleak, con una larga tradición en Euskadi y Navarra, se ha aproximado al sector disidente. Las fuentes consultadas destacan que durante la celebración de su VII Congreso el pasado mes de abril en Berriozar (Navarra), sus miembros publicaron una ponencia llamada Errainu (Rayo). Quienes han tenido acceso a ella afirman que queda patente el alejamiento también de la izquierda abertzale oficialista.

Ikasle Abertzaleak nunca ha pertenecido oficialmente a la estructura oficial del MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco) que encabezaba ETA. “Se podía ser de Segi (la cantera etarra) y de Ikasle”, indican a este periódico fuentes abertzales. Ahora en cambio existe rivalidad con Ernai, las juventudes de Sortu. “Hay tensión dentro de los institutos”, indican estas mismas fuentes. Con motivo de dar a conocer su ponencia Errainu han organizado actos en varios centros de enseñanza media y universidades.

"Este pueblo es de estos"

A nivel local se siguen celebrando las llamadas gazte asanblada (asamblea juvenil). Allí se discuten sobre diferentes problemáticas y también están siendo un escenarios en el que ambas corrientes miden sus fuerzas. “Ya se plantea en términos de ‘este pueblo es de estos y aquel es de los otros’”, dicen las fuentes consultadas. Son varios los campos en los que el mundo de ATA trata de imponer su visión, ya sea el político, el sindical, los movimientos feministas... 

Herri Norte despliega una pancarta contra Sortu en pleno partido del Athletic

Las tensiones han llegado hasta el mundo de las gradas de los estadios de fútbol. Herri Norte, los ultras radicales del Athletic de Bilbao llevan tiempo alineados con ATA. Ahora esa tendencia se manifiesta también en Indar Gorri, los radicales del Club Atlético Osasuna de Pamplona, lo cual han generado algunas resistencias internas.

En términos generales, a la izquierda abertzale de Otegi se le acusa de tibieza y un exceso de institucionalización del discurso. Consideran que la vieja Batasuna ha abandonado su vocación asamblearia de antaño para centrarse en exceso en la sigla. Bildu fue la unión de varios partidos, uno de ellos era Sortu, pero también Eusko Alkartasuna. Los primeros se legitimaban con un partido que había incluso gobernado en coalición con el PNV y los segundos se aprovechaban del fuerte apoyo de Batasuna en las urnas.

De cara a las elecciones generales de noviembre se mantendrá esa alianza. Eusko Alkartasuna se ha visto inmerso este mes en un proceso de primarias en el que ha habido también un sector crítico y tensión internas que pueden tener influencia en las urnas. El sector crítico pretende, de hecho, que la voz de EA tenga más presencia en Bildu, una coalición que está dominada por Sortu

Otro punto de conflicto reciente fue la decisión de los 47 encausados del frente de cárceles que admitieron su integración en ETA -que siempre habían negado- a cambio de no ingresar en prisión la mayoría de ellos. Esto generó el malestar en el sector disidente que calificó de “catastrófica” la decisión. La críticas hacía la izquierda abertzale institucional llevan la firma de integrantes muy identificados con el sector disidente, pero también por personas que se presentan directamente como “ex miembro del MLNV”.

Sortu aún domina en las cárceles

El sector crítico que califica a Otegi y los suyos de "traidores" o "vendidos" se moviliza de forma constante en multitud de localidades de País Vasco y Navarra. Eso sí, entre los presos ATA ha logrado por ahora un escaso predicamento. Porque la mayoría de los reclusos de ETA se alinean con las tesis de Sortu y Bildu. El EPPK ("colectivo de presos vascos") ya dio el paso de admitir los beneficios penitenciarios, algo que históricamente estaba prohibido por la banda. 

Por el momento, seis de los 250 reclusos de ETA apoyan abiertamente los postulados de ATA. Se trata de Iñaki Bilbao, Daniel Pastor, Jon Kepa Preciado, Patxi Ruiz, Saioa Sánchez e Ibai Aginaga. El primero de ellos es uno de los presos etarras más conocidos porque en su día profirió amenazas contra varios jueces de la Audiencia Nacional durante algunos de los juicios por los que acabó condenado. Este grupo está en contra de acogerse a permisos o beneficios penitenciarios. 

Otra de las voces que gana fuerza entre el sector más duro de la izquierda abertzale es la de un etarra que participó en las negociaciones entre la organización terrorista y el Gobierno del PSOE. Se trata de Jon Iurrebaso Atutxa, que en su día renegó de la disolución de la banda y que, al igual que sus compañeros, considera que el camino de Otegi y los suyos es una traición a la historia de los abertzales. En los últimos meses ha publicado varios artículos con severos ataques a Bildu y Sortu. 

En 2017 se hizo público que el 73 por ciento de los internos terroristas se mostraba a favor de acogerse a beneficios penitenciarios individualmente. Esto, que siempre les había prohibido ETA era una salida a la que le había urgido Sortu. Eso quiere decir que al menos un 27 por ciento no estaba de acuerdo con el plan.

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