Gustavo Galán es desde hace solo unas semanas el abogado del extesorero del PP Luis Bárcenas. Presume de estar detrás del giro estratégico que ha dado su cliente al detonar su pacto con el partido y ofrecerse a colaborar con la Justicia. Pero además, como Bárcenas, este letrado también sabe lo que es tener a su mujer condenada por el caso Gürtel.
Su pareja y cliente es Isabel Jordán, que acumula condenas que ascienden a los 21 años de prisión. Pero en su caso, ha pasado muy poco tiempo entre rejas y ya está fuera de prisión disfrutando de la semilibertad. Es un caso atípico en condenas largas como la suya. Era la administradora de las empresas de Francisco Correa, el cabecilla de la trama que ha supuesto un vía crucis interminable para el PP.
Ocupaba un lugar privilegiado para conocer los secretos del caso de corrupción que le acabó costando el Gobierno a Mariano Rajoy. El Supremo confirmó en 2018 una pena de seis años para ella por la rama valenciana de Gürtel. A esto se le suman los 14 años y seis meses que le impuso la Audiencia Nacional por la Época I de Gürtel. Es el mismo caso por el fueron condenados a 29 años Bárcenas y a casi 13 años su mujer, Rosalía Iglesias.
La venganza de Bárcenas
Bárcenas ha anunciado que el motivo de su cambio es vengarse por la promesa incumplida por el PP de salvar de la cárcel a su esposa. Se considera un ingenuo por haber creído en ese compromiso. Galán niega que el plan busque acceder a beneficios penitenciarios, pero lo cierto es que él ya conoce ese camino.
Isabel Jordán recibió en octubre la confirmación de su condena a 14 años y diez meses disfrutando del tercer grado penitenciario. Al sumar más del doble de años de condena, el Ministerio del Interior le devolvió al régimen común en segundo grado en la cárcel de Alcalá Meco. Sin embargo, solo permaneció unas semanas antes de volver al CIS en virtud de una decisión del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.
Bárcenas ha cambiado varias veces de abogado. Esa labor la han desempeñado antes letrados como Miguel Bajo y Alfonso Trallero. Lo dejaron por pérdida de confianza y discrepancias sobre la estrategia de defensa. Le sustituyó el exjuez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño. A este letrado le culpa ahora Bárcenas por no haberle dejado ofrecer más detalles a la Justicia cuando declaró en 2013 en la Audiencia Nacional como investigado.
Tras los pasos de Jordán
Desde 2015 estaba representado por el despacho de Joaquín Ruiz de Infante hasta hace solo unas semanas. La estrategia que ha retomado le devuelve a 2013. El primer paso han sido ocho folios remitidos a la Fiscalía anticorrupción. Algo parecido hizo la mujer de su abogado. A finales de 2019 se ofreció a dar más datos de la trama ante el tribunal que la juzgó por sus actividades en Jerez de la Frontera.
Jordán fue condenada a un año y dos meses de cárcel gracias a que la Fiscalía rebajó su petición de pena inicial de siete años. Fue tras aportar revelaciones que llevaron a la Fiscalía anticorrupción a plantear la reapertura de la causa en el Tribunal Supremo contra la diputada del PP y alcaldesa de Jerez en el momento de los hechos, María José García-Pelayo, que declaró como testigo en el juicio.
Isabel Jordán también declaró contra Esperanza Aguirre en el caso Púnica de la Audiencia Nacional donde permanece imputada la expresidenta de la Comunidad de Madrid. La mujer del abogado de Bárcenas acudió al Juzgado tras ofrecerse a contar lo que sabía ante la Fiscalía anticorrupción. Gustavo Galán también representa al exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, otro condenado en Gürtel. Como los otros clientes de este letrado, también colaboró acusando a Aguirre de conocer la financiación irregular del partido en Madrid.
Acuerdos con la Fiscalía
La posibilidad de un pacto ahora entre Bárcenas y la Fiscalía cobra sentido si se atiende al modo en el que el abogado Galán se anunciaba en su web: “Un profesional con marcada experiencia en resoluciones extrajudiciales de los que son ejemplo, especialmente, acuerdos con la Fiscalía anticorrupción”.
Galán dice ser un “recién llegado” a la causa que sentará desde el lunes a Bárcenas otra vez en el banquillo de los acusados. Esta vez es por la Caja B del partido y el dinero que se empleó en la reforma de la sede central del PP. No obstante, el abogado conoce bien los entresijos de la corrupción que afectó al PP. En su escrito remitido a la Fiscalía Bárcenas también se ofrece a colaborar en Púnica o en la pieza de financiación irregular que investiga el juez Pedraz y que afecta al núcleo duro del último Gobierno de José María Aznar.
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