El Juzgado de Instrucción Número 3 de Soria ha archivado de forma provisional la causa abierta contra un joven de 21 años que había contactado con varias chicas de un centro de menores de Soria, solicitándoles fotos íntimas y quedar fuera del recinto entre clases. La jueza y la Fiscalía consideran que no existen pruebas que acrediten que el imputado conocía que las jóvenes con las que contactaba no habían cumplido los 16 años.
La Policía Nacional inició una investigación a raíz de la denuncia interpuesta por dos menores, después de que el caso llegara a oídos del director del centro. Según recoge el escrito del Ministerio Público, y al que ha tenido acceso Vozpópuli, el joven localizó a las menores a través de Instagram. Tras aceptar ellas la solicitud de amistad enviada por el investigado, entablaron varias conversaciones privadas con la intención de verse en persona.
Una de las menores denunció que el joven le pidió que le enviara fotografías de carácter sexual, a lo que ella se negó dando por finalizada la conversación. Tras este episodio, varias de sus compañeras se pusieron en contacto con él, advirtiéndole de que la chica era menor de edad y que se iba a "meter en un lío".
En ese momento, el joven la bloqueó y sólo volvió a ponerse en contacto con ella para pedirle perdón. La menor decidió poner en conocimiento del educador del centro los hechos, tras sentirse "presionada para mandarle fotografías sexuales y para quedar para mantener relaciones sexuales".
Quedó en persona con una de las menores
No era la primera vez que el investigado había contactado con alguna joven del mismo centro de menores. H.B.F. había llegado a quedar con otra chica, con la cual pudo verse mientras esta disfrutaba de un descanso lectivo, "era la hora de su recreo". Según la declaración de la joven, quedaron en un parque donde compartieron un encuentro íntimo.
La Fiscalía recoge que la menor manifestó en sede judicial que el contacto físico que mantuvo con H.B.F., que "se redujo a unos besos", fue en todo momento consentido por ella. La joven reconoció que no quería denunciar, pero que se sintió "obligada" por el director del centro de menores a hacerlo.
La menor declaró que cuando el chico escribió a la otra denunciante, el director dio la voz de alarma y le dijo que tenía que denunciar y que finalmente lo hizo para no ser castigada de nuevo.
Las presuntas víctimas defienden que el investigado sabía sus edades, a pesar de que en las conversaciones aportadas a la Policía no existe mención directa al asunto. Por ello, la letrada Beatriz Uriarte defiende que en ningún caso existe delito en la conducta de su representado, teniendo en cuenta además que él mismo tiene una edad próxima a la de las menores.
No queda acreditado que conociese la edad de las jóvenes
El Ministerio Público utiliza la misma argumentación en ambos casos para determinar que "el investigado no tenía por qué deducir" que eran menores de 16 años del hecho de vivir en un centro de menores (también pueden residir allí menores de entre 16 y 18 años) y del hecho de las adolescentes tuvieron '_08' en su nombre de perfil en la red social.
La Fiscalía no se opone a que se acuerde el sobreseimiento provisional de las actuaciones, por entender que de lo actuado no ha quedado suficientemente acreditada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa.
Considera, además, que "el contacto sexual entre jóvenes de similar edad, y grado de desarrollo físico y madurez, sin la concurrencia de otros signos de abuso o intrusión, no afectaría a la indemnidad sexual" y por ello, concluye que los hechos no deberían ser objeto de sanción penal.
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Es increíble que un asunto como este acabe en los tribunales. La sociedad se está volviendo loca.