El caso de abusos a una menor en Valencia que ha acabado con la condena al exmarido de Mónica Oltra amenaza seriamente con torpedear la carrera política de la vicepresidenta valenciana. Oltra está manteniendo reuniones con Yolanda Díaz porque la ministra de Trabajo está pensando en ella para formar parte del equipo de su nuevo proyecto político nacional. Sin embargo, la condena en firme del Tribunal Supremo al exmarido de Oltra amenaza con dinamitarlo todo. En el espacio de Unidas Podemos sostienen que Oltra está "tocada" por el caso de abusos y que su presencia en las listas puede ser perjudicial a Díaz.
Hace cinco días, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ratificó la condena de cinco años al exmarido de Oltra, Luis Ramírez, por abusos a una menor tutelada. El TSJ rechazó las alegaciones del acusado, y confirmó una condena por "abuso sexual continuado" a una menor por hechos ocurridos entre los años 2016 y 2017. Según el auto, el acusado acudía por la noche a la habitación de una menor tutelada de 15 años y aprovechaba de sus castigos para "masajearle en la zona del cuello y la espalda". "Una vez creía que se hallaba dormida, cogía la mano de la niña y se masturbaba con ella fingiendo la menor dormir ante la vergüenza que le producía dicha situación", zanja el auto.
Según fuentes de Unidas Podemos, el fallo del TSJ ha afectado la imagen de Mónica Oltra. La cuestión atañe al hecho de que el asunto amenaza seriamente con afectar a la política. La joven, que ahora es mayor de edad, reclama a la Conselleria de Igualdad una indemnización por no haber creído nunca su testimonio. La responsable de la Conselleria de Igualdad era Oltra, así que según las fuentes consultadas el caso puede tener preocupantes derivadas políticas. El tema de los abusos es para una formación radicalmente feminista una cuestión enormemente sensible.
"Actuación negligente"
Cabe señalar que, por ejemplo, se ha iniciado un proceso penal para aclarar si la vicepresidenta pudo frenar o torpedear la investigación y actuación del departamento que dirigía tras la denuncia de la afectada. Mientras que la oposición quiere elevar el asunto a las Cortes. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos quiere que el parlamento autonómico repruebe a la vicepresidenta. Apuntan a una supuesta "actuación negligente". El asunto tiene un muy relevante impacto a nivel local.
El caso puede convertirse en un problema también para Yolanda Díaz. Como adelantó Vozpópuli, la ministra gallega quiere lanzar un proyecto político nacional y todo apunta a que puede contar con Oltra como cabeza de lista por Valencia en las próximas elecciones generales. Díaz trabaja en un ticket electoral que también incluiría a Ada Colau, quien también desea dar el salto a la política nacional.
Sin embargo, incluso los que favorables a la operación de Díaz creen que el fichaje de Oltra puede ser perjudicial para su lanzamiento. Hablan abiertamente de "error", porque creen que el caso de abusos en la Comunitat Valenciana ha afectado a la imagen de Oltra. Su razonamiento es que ya no puede considerarse impoluta. En Compromís, además, Oltra sufre rivalidades internas que podrían comprometer su proyección con filtraciones polémicas.
La encrucijada de Íñigo Errejón
En el trasfondo de todos los movimientos se encuentran las lideresas de Podemos (Ione Belarra e Irene Montero) y el exnúmero dos el partido morado y ahora diputado de Más País, Íñigo Errejón. El pasado martes, durante la presentación de su nuevo libro, Errejón repitió que en España se está abriendo un "nuevo ciclo político" y dejó claro que él quiere participar en él como protagonista.
La presencia de Errejón genera ciertos problemas a Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo sabe que tiene que moverse con mucha cautela. Carece de apoyos orgánicos en las formaciones de la izquierda alternativa al PSOE. Y teme que su figura política se "queme" si Pedro Sánchez acaba ninguneando sus exigencias en asuntos como la reforma laboral. Así que ha buscado aliados en formaciones regionales como los Comunes y Compromís. Pero queda por resolver el encaje con Unidas Podemos.
Desde la cúpula morada envían recientemente mensajes de distensiones hacia Díaz. Belarra y Montero se muestran más abiertas a hablar con Díaz de un nuevo sujeto político, siempre y cuando esto blinde su cuota de poder (es decir, presencia en las listas electorales). Pero también ponen vetos: tiene que caer la la cabeza de Errejón para afianzar todo tipo de pactos.
El tablero político aparece cada vez más complicado. Y entre los que esperan movimientos de Díaz crece la alerta por sus fichajes. Sobre todo por el de Oltra, porque consideran que apostar por la política valenciana sería una equivocación después de la condena de su exmarido. Si Yolanda Díaz quiere, tal y como dice, despertar otra vez la "ilusión" en ese segmento de la izquierda, aconsejan la máxima atención para no llenar sus listas de dirigentes con más sombras que luces.
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