El número de víctimas de tráfico pasó de 9.344 fallecidos a 1.755 entre 1989 y 2019, lo que representa una reducción del 80 %, un dato que situó a España como el sexto país con menor tasa de fallecidos en carretera, por detrás de Suecia, Irlanda, Malta, Dinamarca y Luxemburgo. En 2020 subió a la cuarta posición.
Las comunidades autónomas que más han reducido la siniestralidad vial en las últimas tres décadas son Asturias (88 %), Castilla-La Mancha y Castilla y León (87 %), Cantabria (84 %), País Vasco (83 %) y Galicia (82 %).
El carné por puntos, la mejora de la red viaria, la tecnología de los vehículos, la voz de las asociaciones de víctimas y la educación vial son algunos de los factores que se señalan en el libro "Del Infinito al Cero: Así lo hicimos", la mayor retrospectiva sobre la seguridad vial en España que se presenta esta tarde con la participación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
"Revitalizar" su política de seguridad vial
La publicación, editada por el director general de Tráfico, Pere Navarro, y el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, recoge los testimonios de más de 50 protagonistas de la seguridad vial en España en las últimas tres décadas.
El libro pone de manifiesto que España necesita “revitalizar” su política de seguridad vial en los próximos años para luchar contra lo que se ha llamado “agotamiento” de ciertas medidas, e incide en que hay que poner el foco en los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, motociclistas y usuarios de patinetes), que en 2001 representaban el 32 % de los fallecidos y en 2019 el 53 % del total.
También propone promocionar los desplazamientos activos y sostenibles, como la bicicleta; poner especial atención a la nueva movilidad, como los vehículos compartidos; y promover una mayor coordinación en movilidad nacional, europea y mundial y lograr el Objetivo Cero en el menor tiempo posible.
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