Francisco José Garzón Amo, el maquinista del tren siniestrado ayer en Santiago de Compostela y al que el juez ha imputado por el siniestro, mostraba en su página personal de Facebook su pasión por su profesión, pero también por la velocidad que alcanzaban los convoyes a cuyos mando se ponía. En su perfil en la red social, que esta mañana ha sido dada de baja, abundan las fotografías de él en su puesto de trabajo, pero también las imágenes en las que se recogen los velocímetros de los trenes que supuestamente conduce. Aunque fuentes de la compañía apuntan a este diario que ni los comentarios ni las imágenes recogidas en el perfil en Facebook del maquinista implican que éste infringiera las normas de conducción cuando se tomaron las mismas, llama la atención el comentario que realizaba el 9 de marzo de 2012 bajo una foto de un medidor de velocidad que marca los 200 kilómetros por hora: "Qué gozada sería ir en paralelo con la Guardia Civil y pasarles haciendo saltar el radar. Je je. Menuda multa para Renfe. Je je".
Según fuentes policiales, Garzón Amo reconoció justo después del trágico accidente que iba a más de doble de la velocidad permitida en la curva en la que descarriló el Alvia con el resueltado de 80 muertos. Una circunstancia que, al parecer, también admitió por la radio de la máquina a sus compañeros en el centro de control ferroviario. “Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”, afirmó poco después. Sin embargo, el tono de sus comentarios en Facebook en los últimos días es muy diferente y, de hecho, se jactaba de la velocidad que alcanzaba con los trenes que conducia. La conversación más llamativa es la que sigue a la imagen que subió a la red el 7 de marzo de 2012 con la flecha del velocímetros sobre el 200km/h. Al día siguiente, un amigo le respondía: "Chachio (sic), que vas a toda ostia frenaaaaaaaa". Esta es la conversación que sigue.
-Francisco José Garzón: estoy en el limite, no puedo correr más. Si no me multan.
-Amigo: Joder, si vas a 200.
-FJG: Y el velocímetro no está trucado.
-Otro amigo: Como te pille la guardia civil te quedas sin puntos, jeje.
-FJG: QUE GOZADA SERÍA IR EN PARALELO CON LA GUARDIA CIVIL Y PASARLES HACIENDO SALTAR EL RADAR. JE JE. MENUDA MULTA PARA RENFE. JE JE. (todo esto escrito en mayúscula como refleja la imagen que ilustra esta información).
No sería la última vez que el maquinista del Alvia presumiría en las redes sociales de la velocidad. En abril del año pasado subía una nueva imagen de un velocímetro. En este caso, el dispositivo digital marcaba una velocidad aún mayor: 250 kilómetros por hora. En esta ocasión, no aparecen comentarios suyos a la imagen, pero sí de dos amigos. Uno de ellos destaca que "eso sí que e[s] correr", mientras que una segunda persona le azuzaba a pisar aún más el acelerador: "250... no está mal... pero si veo bien hay (sic) te pone que puedes llegar a 400... jejeje".
Un retraso de cinco minutos
En el momento de la tragedia, el Alvia que sufrió el accidente llevaba cinco minutos de retraso sobre el hora previsto. Una demora que, según el BOE donde se recoge las retribuciones variables de los trabajadores de la compañía ferroviaria, está penalizado con la retirada del plus de puntualidad, que se fija en función del sueldo del maquinista. En la noche del siniestro, fuentes de Renfe intentaron desvincular esta circunstancia del supuesto exceso de velocidad que ha provocado la tragedia de Santiago de Compostela. En este sentido, insistían que un adelanto o un retraso de tan pocos minutos es algo habitual en este tipo de servicios.
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