España

La trama que saqueó Zaragoza Plaza se valió de facturas falsas de 19 empresas

La investigación de las irregularidades contables en la construcción de la plataforma logística de la capital aragonesa revela que los implicados se valieron presuntamente de sociedades de amigos y familiares para ocultar el desvió del dinero.

  • Imagen de la Plataforma Logística Zaragoza-Plaza.

Una empresa que gestiona guarderías y residencias de ancianos para certificar taludes. Otra especializada en fabricar componentes de automóviles para realizar trabajos de construcción... El sumario de la 'Operación Decken' sobre el supuesto desvío de varias decenas de millones de dinero público en la construcción de la Plataforma Logística Zaragoza- Plaza SA ha desvelado que los cinco directivos ya imputados en la causa se valieron presuntamente de facturas falsas emitidas por sociedades de amigos y familiares para inflar los costes de la obra y, así, embolsarse el dinero. En un primer análisis de la documentación incautada, la Fiscalía Anticorrupción localizó cargos de 19 empresas distintas que presentaban graves irregularidades. Y aún queda por analizar buena parte de la documentación que la Policía intervino el pasado 14 de agosto, día en que se produjeron las detenciones.

El propietario de una constructora ha reconocido que hizo obras en vivendas de los imputados y que cargó por indicación de éstos las facturas a Plaza SA

El escrito del Ministerio Público por el que ordenaba los arrestos de los directivos de Acciona José María JordánMiguel Ángel Bretón, del ex gerente de la Plataforma, Ricardo García Becerril; de su director técnico, Miguel Ángel Pérez; y del ingeniero de la consultora Intecsa que debía velar por el desarrollo de las obras, el holandés Nico Groeneveld, destacaba que "con el fin de encubrir gastos derivados de beneficios particulares y la distracción de dinero recibido de Plaza mediante las certificaciones ficticias, se elaboraron por los denunciados diversas facturas ficticias por valor superior a los seis millones de euros". Anticorrupción detallaba una serie de estos documentos de cobro supuestamente irregulares en los que varios nombres de mercantiles se repetían de modo sospechoso.

Una de estas sociedades era Lexton, una empresa de fabricación de componentes para el automóvil y con cuyo dueño uno de los imputados, García Becerril, ha reconocido tener una estrecha relación de amistad. Facturó más de un millón de euros en un corto espacio de tiempo sin que se conociera exactamente en que consistieron los trabajos realizados en la construcción de la plataforma logística. No es el único caso. También figuran las sociedades Micar y CRC, propiedad de Manuel Cantero, también relacionado con el ex gerente de la Plaza SA; y Agustín Maestre Instalaciones y Montajes Eléctricos, propiedad de un amigo de García Becerril cuyo hijo mantuvo una relación sentimental con una de las hijas de éste.

También facturaron miles de euros Actividades Margalejo, cuyos propìetarios fueron socios de Elena Planté, esposa del directivo de Plaza, y Pulsar SA, una empresa cuyo objeto social es la gestión de guarderías y residencias de ancianos, y que en 2007 facturó 58.000 euros a la sociedad pública por un estudio sobre taludes en las obras. Esta última compañía es propiedad de las dos hijas del propio García Becerril, que cuando fue interrogado por esta circunstancia se limitó a asegurar al juez que no recordaba la cantidad total que percibió dicha empresa por "dos o tres trabajos" de consultoría de los que tampoco fue capaz de precisar en qué consistieron.

Obras particulares con cargo a Plaza

La Fiscalía también destaca en su escrito las facturas emitidas por Construcciones Hernández Langa, cuyo responsable ya ha admitido ante Anticorrupción que realizó reformas en varias viviendas de los imputados y que el coste de las mismas terminó cargándolo a la empresa semipública que explotaba la Plataforma Logística de Zaragoza por indicación de los implicados. Entre esos trabajos se incluyeron la construcción de una piscina y la transformación de un antiguo almacén en un bodega, todo ello en una casa de familiares de García Becerril, a quien también le reformó supuestamente un apartamento que tenía en la localidad costera de Salou donde la Policía halló más de 400.000 euros en metálico.

Dos expertos en geología han confirmado que en un terreno en el que según las facturas se hicieron trabajos de movimientos de tierra no se había movido ni una palada 

Otras empresas que figuran como emisoras de las facturas sospechosas de ser falsas son Finestra, Colas Diseño SL, La Ribera SL, Jardines del Rey Fernando SL, Construcciones y Albañilería Romero Berges, Fontanería Lostal Casa, Altair Management Consultants, Cubrideal SL y Eurporyev 2003 SL. Sobre todas ellas, fue interrogado el ex gerente de Plaza, que se limitó a afirmar que no las conocía de nada y que, por tanto, desconocía si habían trabajado para la UTE liderada por Acciona que realizó las obras de la Plataforma logística.

Los informes de Anticorrupción destacan como caso paradigmático de la facturación de obras nunca hechas las realizadas en una de las parcelas para abrir una zanja perimetral destinada a mejorar los terrenos. Un estudio realizado por dos expertos a instancias de los actuales gestores de Plaza concluyó el pasado mes de julio que allí donde debía haberse realizado trabajos que costaron miles de euros no se había movido ni una palada de tierra: "Podemos afirmar con total seguridad que el terreno estudiado está en su estado natural y no ha sido sometido a tratamiento alguno". Los investigadores sospechas que no fue, ni mucho menos, el único caso de facturas por obras inexistentes. Para todas éstas, los cinco presuntos implicados parecían tener siempre la empresa de un amigo o familiar que les expedía el documento contable con el que simular el fraude.

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