Después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) levantase la sanción provisional impuesta a la agente de los Mossos d’Esquadra Alcolea, Inma Alcolea, por llamar "Genestapo" a la Generalitat y criticar, presuntamente, al expresidente fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, el independentismo continúa cebándose con la mossa 'constitucionalista' a través de las redes sociales.
El pasado 27 de octubre, durante la manifestación convocada por Societat Civil Catalana, un periodista llamado Marc Almodóvar tomó una imagen que se ha hecho viral en redes sociales. En ella se puede ver a una mujer con la bandera de España con el Águila de San Juan fotografiándose al lado de varios policías nacionales. Varios usuarios independentistas han publicado que se trataba de Alcolea y han proferido contra ella todo tipo de insultos. También amenazas.
La afectada desmiente a Vozpópuli que se trate de ella. "Ni siquiera estaba en Cataluña durante la manifestación. Suelo irme fuera cada vez que llega el fin de semana para desconectar del acoso y de los ataques que tanto yo como mi familia estamos sufriendo", asegura. El propio autor de la fotografía afirmó no haber visto ninguna foto de Inmaculada Alcolea "que se parezca lo más mínimo" a la fotografiada con la bandera con el Águila de San Juan.
Per això pregunto: No en vec absolutament cap en que s'hi assembli lo més mínim
— Marc Almodóvar (@almotuit) October 27, 2019
Sin embargo, el hecho de que no fuera ella no ha impedido el escarnio. Alcolea lo ha denunciado a través de su cuenta de Twitter, pero también mediante denuncias ante la Guardia Civil. "Aquí la drogata delincuente y sus amigos, amenazando como lo que es, una buscona de bareto de puerto", señala Víctor Caparrós, un joyero de Barcelona.
El empresario independentista se hace eco de un rifirrafe virtual entre Alcolea y Albert Donaire Malagelada, uno de los mossos d'esquadra más activos en la defensa del separatismo catalán y creador del grupo de Facebook Mossos por la Independència, para terminar insultando a la agente.
Alcolea también denuncia a otro usuario de nombre Albert Baraldés Mora y que, a través de un tuit, le habría dicho: "Estás fichada y en Cataluña no deberías perder ni un segundo más. Marcha mala puta".
https://twitter.com/inmitacocolea/status/1188793389044637696?ref_src=twsrc%5Etfw
En conversación con Vozpópuli, Alcolea asegura que el "origen" de tales linchamientos está en las denuncias internas que ella misma ha interpuesto en varias ocasiones ante la Dirección General de Policía por insultos y calumnias de algunos mossos "sin que se tome ninguna medida disciplinaria". "Ahora todos creen que tienen impunidad y siguen amenazando e insultando", opina.
Según esta licenciada en Derecho, la División de Asuntos Internos está "completamente politizada, es parcial y castigadora". Vive en Gerona, centro neurálgico del independentismo. "En algunas comarcas, los mossos que defendemos la Constitución y la ley estamos asfixiados. Son una secta, una organización criminal que de manera continuada ejecutan delitos", acusa Alcolea.
El origen del acoso
Todo comenzó, dice, con la difusión de una foto suya con su hijo menor de edad -sin pixelar- en un periódico regional catalán en el que se la acusaba de haber insultado a Carles Puigdemont, entonces presidente de la Generalitat, en Facebook. Rápidamente le comunicaron que había sido expedientada y la sanción era de empleo y sueldo. Después fue trasladada forzosamente a trabajar a una comisaría a 140 kilómetros de su casa.
Después, la Generalitat decide abrir otro expediente a Alcolea por llamar "Genestapo" al Gobierno autonómico. Eran los albores de la celebración del referéndum ilegal. Pero la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC estimó el recurso de la mosso y revocó la suspensión de funciones, empleo y sueldo de siete meses a la que se enfrentaba. Además, anuló la pérdida de su actual puesto de trabajo, con traslado forzoso a otra localidad, que le fue impuesta.
"Están rabiosos porque he ganado las sentencias, la Justicia me da la razón", opina. "Evidentemente no soy la de la fotografía. No soy fan de las banderas, soy fan de la ley. Además, no estaba en Cataluña y tengo 50 años, no como la persona que aparece en la fotografía. Pero la confusión la promueven desde varios perfiles en las redes sociales promovidos por Albert Donaire y su entorno", denuncia.
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