La flor y nata del independentismo catalán con el que negocia Pedro Sánchez para continuar de presidente, se reúne en la localidad francesa de Prada (Pirineos Orientales, que los nacionalistas denominan Catalunya Nord). Los presidentes de la Generalitat Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonés asisten a un homenaje a Pau Casals en el 50º aniversario de su muerte, organizado por la Universitat Catalana d’Estiu (UCE), con sede en Prada. Entre los actos previos a esa cumbre han destacado una ceremonia encabezada por la presidenta del Parlament, Anna Erra, acompañada de la bandera inconstitucional estelada, y un curso con ponencias apoyando la soberanía y descalificando las actuaciones judiciales en España.
A tenor de las actividades de la UCE en vísperas del encuentro entre los dirigentes separatistas más el socialista Montilla, queda contextualizada la naturaleza de las condiciones negociadoras de Puigdemont y Junqueras, sobre todo del primero, con las que ha empezado a transigir el presidente en funciones del Gobierno español. El responsable de esa universidad de verano, Jordi Casassas i Ymbert, considera que el catalán está hoy igual de amenazado que en 1714, una visión que se corresponde con el hecho de que las jornadas celebradas en Prada han estado centradas en la defensa del catalán como “lengua reprimida” por el Estado español en els Països Catalans. Ha habido sesiones dedicadas a “Llengua i Església”, donde el obispo de Mallorca ha afirmado haber sufrido insultos por celebrar misa en catalán, u otra dedicada a “El català a l’escola”, con participación de Plataforma per la Llengua, donde un interviniente sostuvo que la escuela catalana “favorece la castellanización”.
Lo más relevante simbólicamente y políticamente, en razón de la actualidad, del programa que ha precedido al homenaje de los Molt Honorables al violoncelista catalán ha sido el homenaje tributado a Pompeu Fabra, padre de la moderna gramática catalana, por Anna Erra, presidenta del Parlamento de Cataluña. Erra, del partido de Puigdemont, conocida por su sectarismo antiespañol siendo alcaldesa de Vic y su beligerancia contra la lengua española, incluso con argumentos de tintes étnicos, el pasado sábado 19 y en su condición de cargo institucional, depositó una corona de flores sobre la tumba de Pompeu Fabra cubierta con la bandera separatista estelada. Previamente, durante su intervención en la universidad de verano hizo una defensa guerrera de la lengua: “Todos aquellos que quieran vulnerar nuestros derechos, nos encontrarán fuertes de pie y dispuestos a defender nuestra lengua.”
En la edición de este año de la Universitat Catalana d’Estiu, cuya lección inaugural corrió a cargo de Oriol Junqueras, versando sobre los presidentes de la Generalitat en el exilio, ha sobresalido por su relación con cuestiones candentes ahora en debate el curso Derecho, crisis y valores, coordinado por Josep Vilajosana quien lo abrió disertando sobre el tema “Hacia un modelo democrático de soberanía”. Entre las ponencias que le siguieron cabe destacar la que desarrolló Jaume Alonso-Cuevillas, diputado de Junts per Cat en el Parlament, ex abogado de Puigdemont y asesor de los juzgados por el 1-O, en torno a “Distorsiones en la aplicación judicial del derecho”.
Buena parte de los contenidos de las jornadas de la UCE en Prada, con su broche de oro de la presencia de Puigdemont y demás presidentes en plenas negociaciones para el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, han sido posibles gracias a habilidad y buen posicionamiento en el independentismo del presidente de la Universitat Catalana d’Estiu, Jordi Casassas, uno de los organizadores del cónclave a puerta cerrada celebrado en Monserrat en febrero pasado para revisar el cuerpo doctrinal del nacionalismo independentista.
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