El monumento al legionario, colocado el pasado noviembre en el Paseo de la Castellana (Madrid), ha amanecido vulnerada por un grupo de activistas, que ha aprovechado la escasa presencia de gente por las calles debido a la Nochevieja para actuar. Mediante una escalera, han colocado un busto de Franco sobre la bayoneta del soldado, de tal forma que parece atravesar la cabeza del dictador.
Una vez colocado el busto, los activistas han leído un manifiesto para pedir que el 1 de enero se convierta en el día de los asesinados por el colonialismo español. La fecha escogida no es casual: el primer día del año de 1954 fue cuando murió Millán-Astray. La acción, recogida por eldiario.es, denuncia que la estatua del legionario es "un artefacto de la propaganda en el paisaje común" y que sirve para acoger "a la tradición totalitaria", que se impone "con violencia y sin consulta".
El acto también ha querido denunciar que la estatua representa uno de los capítulos más crueles de nuestra historia: el momento en el que el ejército español bombardeó con gases químicos la zona del Rif. El busto de Franco ha estado atravesado por la bayoneta de la estatua durante solo unos minutos, ya que el objetivo de los activistas era no ser acusados por escándalo público o cometer un delito.
Según recoge eldiario.es, la acción también persigue informar a una ciudadanía que se siente agredida por el momento, que representa, según los activistas, una "exaltación del pasado colonial y dictatorial" de España. Además, tal y como denuncian, "no hay reconocimiento a las víctimas, no hay reconocimiento de este crimen histórico, no hay reparación, no hay justicia”.
El escrito también señala que “celebrar su origen es una ofensa" y que "el relato colonial se sostiene, en parte, sobre la simbología que representan los nombres de plazas y calles, pero también los monumentos que dominan el espacio”.
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