El acto de Yolanda Díaz en Valencia ha originado un terremoto político que está agrietando algunos liderazgos de la izquierda. La foto de la vicepresidenta con Ada Colau (En Comú Podem), Mónica Oltra (Compromís), Fátima Hamed (MDyC) y Mónica García (Más Madrid) ha abierto el melón de la sucesión de Errejón, según fuentes consultadas por Vozpópuli en el entorno de Más Madrid.
El devenir del líder de Más País, Íñigo Errejón, es incierto toda vez que su aliada madrileña, Mónica García, se ha subido al barco de Díaz y es la cara visible (y reconocible) de la oposición al PP en la Comunidad de Madrid. En plata: ella es una estrella política influyente que superó al PSOE en las urnas y él es el único miembro fundacional de Podemos que queda en la política activa.
Desde que Díaz anunció su intención de construir un proyecto político alternativo a la izquierda del PSOE con el que competir electoralmente, Errejón se ha cerrado a involucrarse en él. Y todo por el doble peaje que tendría que pagar: la cohabitación con sus examigos y adversarios de Podemos y el fin de su carrera a los mandos de una opción política.
Una respuesta por presión
El problema es que la presión a Errejón no ha hecho más que crecer. Y el mismo sábado, tras el llenazo de Díaz en Valencia, Errejón publicó un tuit con el que intentó disipar dudas: "Qué orgullo" de Mónica García y de las 'otras políticas', dijo. Las fuentes consultadas, no obstante, advierten de que tras ese mensaje solo hay estrategia: evitar alimentar su polémico 'no' a Díaz. Pero no solo, también dejar constancia de que pilota el proceso: "Intenta decir que si Mónica García está ahí es porque ha querido", zanjan estas fuentes.
Lo cierto es que en Más País y en Más Madrid sigue habiendo debate sobre si alinearse con Díaz, según fuentes de ambas formaciones. Según ha podido saber este diario, García no recriminó a Errejón que no quisiera sumarse al "frente amplio" —algo que entiende—, sino que no contara con ella comunicativamente, porque García sí ve con buenos ojos un acercamiento y ambos necesitan acompasar sus mensajes para no descarrilar el desembarco de Más Madrid en el "frente amplio".
Por el momento, Más País se afana en saludar la iniciativa de Mónica Oltra: "Nos gustó el acto, no entendemos la polémica previa y menos a la derecha hablando de aquelarres. Venimos de semanas de insultos y crispación en la esfera política. Bienvenidos los encuentros donde se hablen de políticas y no de crispación".
El entorno de Errejón, oficialmente, reitera que la maquinaria electoral está apagada en sus sedes. "Estamos en la mitad de la legislatura. Las elecciones, han dicho distintas autoridades del Gobierno, serán a finales de 2023. Hay un tiempo para cada cosa. Nosotros ahora estamos centrados en nuestro trabajo en el Congreso de los Diputados". Para Errejón ahora no toca hablar de cómo se configurará electoralmente la izquierda a la izquierda del PSOE. Esa, además, será la base de todas las controversias.
El gran problema que enfrenta Errejón es que los planes de Díaz pasan por rodearse de liderazgos femeninos
El gran problema que enfrenta Errejón es que los planes de Díaz pasan por rodearse de liderazgos femeninos. Y hay todo un elenco con el que la vicepresidenta ya está tejiendo alianzas: la propia Mónica García, Mónica Oltra, Ada Colau e, incluso, Ione Belarra e Irene Montero pese a que sus relaciones son más tirantes.
Ya en primavera de este año, un rumor corrió por los pasillos de las sedes de Más País y Más Madrid: el anhelo de García, la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, y la diputada autonómica Tania Sánchez (Más Madrid) de tomar el control del espacio verde que lidera Errejón. Y aunque no se materializó, hizo crecer el caldo de cultivo del relevo del líder de Más País.
Mientras, Podemos ya presiona a sus excolegas. Este mismo lunes, la coportavoz, Isabel Serra, enfatizó que el acto de Valencia es un primer paso "importante" para el "frente amplio" y que supuso el comienzo de la entente que anclará de nuevo a Más País con los morados. Por el momento, el acto del sábado ha dejado un poso de ilusión en la izquierda. Hay a quien le recordó a los congresos fundacionales de Podemos en Vistalegre. Algo nuevo crece. Errejón sigue.
